El valor de la empatía nos ayuda a recuperar el
interés por las personas que nos rodean y a
consolidar la relación que con cada una de ellas
tenemos.
Cada vez que nos acercamos a las personas
esperamos atención y comprensión, dando por hecho
que seremos tratados con delicadeza y respeto.
Pero, ¿cuántas veces procuramos tratar a los demás
de la misma forma?
Debemos reconocer que en medio de nuestras prisas
y preocupaciones nos volvemos egoístas y olvidamos
que los demás también tienen algo importante que
comunicarnos. El valor de la empatía nos ayuda a
recuperar el interés por las personas que nos
rodean y a consolidar la relación que con cada una
de ellas tenemos.
La empatía es el esfuerzo que realizamos para
reconocer y comprender los sentimientos y
actitudes de las personas, así como las
circunstancias que los afectan en un momento
determinado.
Este valor debe superar ciertos obstáculos: el
cansancio, el mal humor, el dar demasiada
importancia a todo lo que ocupa nuestra mente, el
querer ser entendidos sin antes intentar
comprender a los demás. Por todo esto, la empatía
implica generosidad y genuina comprensión: para
olvidarnos de nosotros mismos y hacer el esfuerzo
por considerar los asuntos y sentimientos que los
demás quieren participarnos.
Vivir el valor de la empatía es algo sencillo si
nos detenemos a pensar un poco en los demás y
aprendemos a actuar favorablemente en todas las
circunstancias. Por eso, debemos estar pendientes
y cuidar los pequeños detalles que reafirmarán
este valor en nuestra persona:
-
Procura sonreír siempre
-
Primeramente considera como importantes los
asuntos de los demás y después los propios.
-
No hagas un juicio prematuro de las personas
porque te hace cambiar tu disposición interior.
-
Si no tienes tiempo o es un mal momento, exprésalo
con cortesía y delicadeza -que también es empatía-
y las personas se sentirán igualmente atendidas.
-
Evita demostrar prisa, aburrimiento, cansancio,
dar respuestas tajantes u distraerte en otras
cosas. Aprende a escuchar.
-
No olvides infundir ánimo, sobre todo si la
persona tiene problemas.
Podemos concluir que la empatía es un valor
indispensable en todos los aspectos de nuestra
vida, sin él, sería muy difícil enriquecer las
relaciones interpersonales; quien vive este valor,
cultiva también la confianza, amistad,
comprensión, generosidad, respeto y comunicación.
El ritmo de vida actual nos brinda pocas
oportunidades de servir a los demás, de conocerlos
y de tratarlos como es debido, la empatía se
convierte en esa pieza fundamental que nos
enriquece y nos identifica mejor como seres
humanos.
Tomado de www.encuentra.com
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