Los
acontecimientos más insignificantes en la vida, pueden
dejarnos una profunda enseñanza.
Los obstáculos en nuestro camino.
Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca
obstaculizando un camino. Entonces se escondió y miró
para ver si alguien quitaba la tremenda roca. Algunos de
los comerciantes más adinerados del rey y cortesanos
vinieron y simplemente le dieron una vuelta. Muchos
culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos
despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra
grande del camino.
Entonces un campesino vino, y llevaba una carga de
verduras. Al aproximarse a la roca, el campesino puso su
carga en el piso y trató de mover la roca a un lado del
camino. Después de empujar y fatigarse mucho, lo logró.
Mientras recogía su carga de vegetales, notó una cartera
en el suelo, justo donde había estado la roca. La
cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del
mismo rey indicando que el oro era para la persona que
removiera la piedra del camino. El campesino aprendió lo
que los otros nunca entendieron.
Lección
No. 4: Cada obstáculo presenta una oportunidad para
mejorar la condición de uno |