El amor que
les tenemos a nuestros hijos nos lleva muchas veces a
cegarnos Y a olvidar lo que los hará felices a la larga.
Ahora que en nuestra
ciudad se ha celebrado el 2ª foro de la familia
organizado por Valores 2020 y el 1er. Congreso de la
familia organizado por el DIF Municipal es bueno retomar
un artículo acerca del tema de ser padres que circuló
desde el año pasado en Internet y aunque desconocemos el
nombre del autor consideramos adecuado para todos loa
padres de familia que integramos este foro. Aunque es
un poco largo vale la pena leerlo hasta el final:
Es muy común en estos
tiempos que los padres de familia, sobre todo los de
ciertos recursos económicos, les construyamos un mundo
irreal, sacado de un cuento, aislándolos así de la
realidad. Cuando tarde que temprano el cuento termina y
nuestros hijos se enfrentan a un mundo que desconocen,
que no comprenden, lleno de trampas y callejones sin
salida que no saben sortear, y las consecuencias son
peores a las que quisimos evitar.
En junio del año pasado
la imagen de un padre con lágrimas en los ojos conmovió
profundamente a miles de personas en Brasil. Se trataba
de Pelé, el gran ídolo del fútbol de los últimos
tiempos, quien, a diferencia de otras ocasiones, dio una
de las ruedas de prensa más tristes y dolorosas de su
vida.
Y es que su hijo, Edson
Cholbi Nascimento, de 35 años y conocido como "Edinho",
fue arrestado junto a 50 personas más en la ciudad de
Santos, cerca de Sao Paulo. El hijo de Pelé fue acusado
de asociación delictuosa con narcotraficantes. Con
lágrimas en los ojos, el ex futbolista brasileño admitió
públicamente que su hijo estuvo involucrado en una
pandilla de traficantes de cocaína arrestados el lunes
pasado por la policía.
"Como cualquier padre,
es triste ver a tu hijo metido en grupos como ése, será
arrestado, porque él tendrá que sufrir las
consecuencias". Dijo Pelé a los medios y agregó:
"Desafortunadamente, yo quizá estaba demasiado ocupado y
no me di cuenta. Es lamentable, porque yo siempre he
peleado contra las drogas y no noté lo que pasaba en mi
propia casa".
La historia de Pelé no
es un hecho aislado. Por desgracia es la vida de cientos
de padres de familia de esta época, atrapados en una
agenda saturada de trabajo y de compromisos fuera de
casa. Papás que compensan la falta de atención a sus
hijos con bienes materiales. Los inscriben en las
mejores escuelas, los rodean de lujos y comodidades... y
piensan que con eso ya cumplieron con su tarea de
padres, cuando lo único que han logrado es formar niños
que desconocen el hambre y tiran lo que no les gusta;
muchachitos que creen que sentir frío o calor es
cuestión de aire acondicionado; que el cansancio que han
sentido se limita a caminar unas cuantas cuadras porque
no hallaron estacionamiento frente al antro; jovencitos
que piensan que el trabajo de los padres es firmar
cheques para que ellos tengan todo lo que se les antoja.
"Hijos tiranos", como
diría Jesús Amaya. Pequeños monstruos insoportables y
prepotentes que sufrirán y harán sufrir a sus semejantes
porque desde pequeños se han "salido con la suya".
¿Qué
posibilidades tienen nuestros hijos de convertirse en
hombres y mujeres de bien si los papás les damos todo y
no les educamos la voluntad?
¿Qué
hijos estamos formando si con nuestra actitud les
mostramos que el dinero es lo más importante en la vida?
Conozco a un joven de 18
años que el año pasado atravesaba por una crisis de
rebeldía y además, como no tenía auto propio, insistía a
su papá que le regalara uno. Al terminar la
preparatoria, el chico le dijo a sus padres que no
quería ir a la universidad y que lo dejaran tomarse "un
año sabático".
El papá, que siempre
educó a sus hijos en la austeridad (caso raro en estos
días), le respondió que no podía tomarse "un año
sabático" y que si quería un automóvil trabajara para
comprarlo. Y además le sugirió que podría conseguirle un
empleo fuera de la ciudad, para que dejara unos meses
el ambiente que lo rodeaba.
La madre no estaba tan
convencida de alejar al hijo de casa en esos momentos;
sin embargo, el joven se fue. A los seis meses, después
de trabajar como ayudante en una constructora y de
juntar el dinero para comprar su auto, el muchacho
regresó a casa. Al llegar, les contó a sus papás la
experiencia que vivió los primeros días al ir a la playa
con unos amigos.
El chico narró cómo un
grupo de jóvenes bien entrenados se le acercaron y le
ofrecieron 100 dólares diarios si entregaba todos los
días un "paquetito" de droga en cierta dirección. Sin
pensarlo ni un segundo, el joven les dijo que no y que
jamás ganaría dinero de esa forma. Los traficantes
dejaron de molestarlo.
Los padres, después de
felicitar a su hijo, le preguntaron: "¿Qué fue lo que te
detuvo a no caer en la tentación de hacer dinero tan
fácil?". El chico respondió: "Que ustedes nunca han
dejado de preocuparse por mí y de enseñarme que ganarse
el dinero cuesta mucho trabajo".
Es bueno recordar en
estos tiempos lo que Confucio decía "Educa a tus hijos
con un poco de hambre y un poco de frío". Cuánto bien
hacen los padres a los hijos cuando ponen esa máxima tan
sencilla en práctica. Y cuánto daño les hacemos al
ponerles todo en bandeja de plata.
Volviendo a Pelé.
Siempre lo he admirado como deportista y hombre honesto
que no perdió el piso como otras figuras del deporte.
Sin embargo, es triste que un hombre bueno y talentoso
como él se haya "distraído" en su jugada más importante:
la formación de sus hijos.
Hay muchas realidades
que como padres quisiéramos desaparecer, el sufrimiento
de los hijos, el exceso de sudor y de esfuerzo, las
carencias económicas, y, sin embargo, quizás esas
realidades no los hagan felices de momento, pero a la
larga los forjarán como hombres y mujeres de bien.
Ojalá que este
artículo no pase en vano, que al menos despierte en más
padres de familia la inquietud de enterarse por dónde
andan sus hijos y no nos vaya a pasar lo que a Pelé, y
para cuando acordemos ya sólo nos dé tiempo de decir:
"Estaba demasiado ocupado y no
me di cuenta...". |