Toda persona anhela convertirse en un líder, pero no
debe ser cualquier tipo de líder, sino un LÍDER DE
ÉXITO.
Creo que no existe una sola persona que no anhele tener
éxito en lo que hace.
Podríamos decir que el éxito equivale a metas
conquistadas, obstáculos vencidos, triunfos aclamados.
El joven, el adulto y aún el niño, aspiran ser exitosos,
sueñan con ser reconocidos, valorados y aceptados. Está
comprobado que las heridas más profundas son producidas
por el rechazo, el amargo sentimiento de no aceptación,
pero quiero decirles que ni el rechazo, ni las barreras
familiares o sociales, ni los frenos culturales, ni una
difícil situación económica, son obstáculos que impidan
lograr el éxito.
Una de las primeras cosas que debemos tener en cuenta
para llegar a ser personas exitosas es el APRENDER DE
NUESTROS FRACASOS.
Aunque en algunos han sido más frecuentes que en otros,
creo que todos hemos tenido fracasos en más de una
oportunidad.
Podemos hablar de líderes políticos que alcanzaron el
triunfo después de haber fallado o fracasado en diversas
ocasiones, pero lo que les ayudó a conquistar sus
aspiraciones fue que supieron asimilar con madurez la
adversidad comprendiendo que los fracasos son peldaños
que conducen al verdadero éxito.
...Fracaso no significa que todavía no hemos logrado
nada, significa que hemos aprendido algo.
...Fracaso no significa que hemos actuado como necios,
sino que hemos tenido mucha fe.
...Fracaso no significa falta de capacidad, significa
que debemos hacer las cosas de distinta manera.
...Fracaso no significa que somos inferiores, significa
que no somos perfectos.
...Fracaso no significa que hemos perdido nuestra vida,
significa que tenemos buenas razones para comenzar de
nuevo.
...Fracaso no significa que debemos echarnos atrás,
significa que tenemos que luchar con mayor ahínco.
...Fracaso no significa que jamás lograremos nuestras
metas, significa que tardaremos un poco más en
alcanzarlas.
...Fracaso no significa que Dios nos ha abandonado,
significa que Dios tiene una idea mejor. |