Para los jóvenes….
Todos queremos ser diferentes y
originales, pero ¿qué hacen las personas que son
verdaderamente auténticas?
El deseo de superación siempre será bien visto, pero con
relativa frecuencia perdemos tiempo en querer ser
precisamente lo que no somos: porque en ocasiones
gastamos más de lo que tenemos para dar la apariencia
una mejor posición económica, no se diga en el modo de
comportarse o de vestir según el círculo social al que
queremos pertenecer; copiar el estilo de hablar
elocuente o gracioso que utiliza otra persona, o la
tendencia a participar activamente en conversaciones
como conocedor y erudito, sin tener el mínimo
conocimiento. En resumidas cuentas, esta manera de ser
se debe a la falta de aceptación de sí mismo.
En ocasiones la auto-aceptación se hace más difícil por
lamentarnos de lo que no tenemos. En distintos momentos
y circunstancias personas han dicho: "si hubiera nacido
en una familia con mejor posición económica, otra cosa
hubiera sido"; "si yo tuviera las cualidades que (aquel
tiene..."; "si hubiera tenido la posibilidad de una
mejor educación..."; "si se me hubiera presentado esa
oportunidad..." ¿No es también una pérdida de tiempo de
la que hablamos al principio?
Para ser auténticos hace falta algo más que copiar
partes de un modelo, como si quisiéramos adueñarnos de
una personalidad que no nos pertenece, o peor aún, pasar
la vida esperando "la gran oportunidad" para demostrar
lo que somos y lo que podemos lograr. Las experiencias,
el conocimiento y la lucha por concretar propósitos de
mejora, hacen que con el tiempo se vaya conformando una
personalidad propia.
¿Qué hacer entonces para ser auténticos?
·
Evitar la mentira y la personalidad múltiple. Ser el
mismo siempre, independientemente de las circunstancias.
·
Cooperación y comprensión para evitar el deseo de
dominio sobre los demás, respetando sus derechos y
opiniones.
·
Ser fieles a las promesas que hemos hecho, de esta
manera, somos fieles con nosotros mismos.
·
Cumplir responsablemente con las obligaciones que hemos
adquirido
·
Hacer a un lado simpatías e intereses propios, para
poder juzgar y obrar justamente.
·
Esforzarnos por vivir las leyes, normas y costumbres de
nuestra sociedad.
·
No tener miedo a que "me vean como soy". De cualquier
manera, mientras no hagamos algo para cambiar, no
podemos ser otra cosa.
La autenticidad da a la persona una natural confianza ya
que al cultivar este valor nos convertimos en personas
dignas de confianza y honorables, poniendo nuestras
cualidades y aptitudes al servicio de los demás, pues
nuestras miras van más allá de nuestra persona e
intereses. |