El
darse cuenta a tiempo puede salvar la vida de su
adolescente.
Comer
demasiado como resultado del estrés, los malos hábitos
de nutrición y las comidas de moda son problemas
alimenticios comunes entre los jóvenes. Además, hay dos
desórdenes psiquiátricos de la alimentación, la bulimia
y la anorexia nerviosa, los cuales están en aumento
entre las muchachas adolescentes y mujeres jóvenes. En
los Estados Unidos, 10 de cada 100 mujeres jóvenes
sufren de un desorden de la alimentación. También se da
en muchachos, pero es menos frecuente. El psiquiatra de
niños y adolescentes está entrenado para evaluar,
diagnosticar y dar tratamiento a estos desórdenes
psiquiátricos caracterizados por la obsesión con la
comida y la distorsión de la imagen del cuerpo.
Los
padres se preguntan a menudo cómo pueden reconocer los
síntomas de la anorexia nerviosa y de la bulimia. El
hecho es que muchos adolescentes pueden ocultar a sus
familias estos desórdenes de posibles consecuencias
fatales. Los padres deben que estar pendientes de varios
síntomas e indicios de peligro:
·
La
adolescente con anorexia nerviosa es típicamente
una perfeccionista que saca muy buenas calificaciones en
la escuela. Al mismo tiempo, se subestima, cree
irracionalmente que está gruesa aun cuando pierde
mucho peso y se pone muy delgada. La adolescente con
anorexia nerviosa necesita desesperadamente sentirse en
control de su propia vida y cree estar en control
solamente cuando le dice “no” a la demanda por la comida
que necesita su cuerpo. En su deseo de adelgazar, la
joven en verdad se está matando debido a su régimen de
hambre. Esto llega al punto de hacerle un daño muy
serio a su cuerpo y en ocasiones hasta puede llevarla a
la muerte.
·
Los
síntomas de la bulimia son diferentes a los de la
anorexia nerviosa. La paciente ingiere grandes
cantidades de comida de altas calorías y luego se
purga de estas calorías haciéndose vomitar y a
menudo usando laxantes. Esto puede alternarse con
dietas extremas que resultan en fluctuaciones de peso
dramáticas. Las adolescentes tratan de ocultarse al
vomitar haciendo correr el agua mientras están
encerradas en el baño. Las purgas de la bulimia
presentan un peligro muy serio a la salud física del
paciente, incluyendo la deshidratación, el desequilibrio
hormonal, el agotamiento de minerales importantes y el
daño a los órganos vitales.
Con el
tratamiento comprensivo adecuado, a muchas
adolescentes se les puede ayudar a eliminar estos
síntomas o a controlar estos desórdenes. El tratamiento
requiere de un trabajo en equipo que incluye la terapia
individual y de familia, el trabajo médico y el trabajo
nutricional. Frecuentemente aunado a esto hay
problemas de depresión, ansiedad y el abuso de
substancias. Es importante el que se reconozcan
estos problemas y se les de el tratamiento apropiado.
Las investigaciones demuestran que la identificación y el tratamiento a
tiempo tienen resultados favorables. Los padres que notan estos síntomas de anorexia o de bulimia
en sus adolescentes deben de pedirle al médico familiar
o al pediatra que los canalice con el especialista que
pueda coordinar el equipo de tratamiento. |