Para nuestros pequeños de 0 a 6 años
Cuando los niños leen bien, aumenta increíblemente su
aprendizaje durante sus vidas y surge un potencial
bastante grande en su desarrollo futuro. Pero cuando
sucede lo contrario se les cierran las puertas, lo mismo
que las posibilidades; la escuela y el aprendizaje se
vuelven más bien una carga o algo peor.
Como
resultado, los niños que no saben leer bien, cuando sean
adultos, van a sufrir. La investigación demuestra que
existen condiciones bajo las cuales a los niños les
llega a gustar la lectura, y dichas condiciones se deben
aprovechar desde muy temprano.
La
Dra. Rebecca Novick, investigadora dedicada a la
investigación de la educación infantil, juntó toda clase
de investigaciones sobre lectura durante el tiempo de
los años preescolares y de primaria. Ha puesto las cosas
que encontró en un libro llamado Aprendiendo a Leer y
a Escribir -- Un lugar para Comenzar.
Existe mucha evidencia, dice Novick, para demostrar que
las familias que le dan importancia a la lectura,
escritura, y a la forma de hablar tienden a criar hijos
que desde muy temprano son competentes en la lectura. Es
fácil ver por qué es esencial que las familias se
esmeren en crear un ambiente donde se goce de las
lecturas y donde se compartan los libros.
Y
aconseja, nunca es demasiado temprano para comenzar a
leerles a los niños. Por ejemplo: los dibujos brillantes
y de mucho colorido fascinan aún a los mismos infantes
que apenas están aprendiendo a enfocar sus ojos. Y aún
antes de que sus ojos puedan enfocarse, el sonido de la
voz de quien está leyendo atrae la atención del bebé.
A la
edad de cuatro o seis meses, los bebés pueden enfocar su
vista en los dibujos y se empieza a desarrollar la
coordinación de sus ojos con las manos. Este es un buen
tiempo para introducirlos a los libros señalándoles las
cosas. Al final del primer año, muchos infantes pueden
señalar esas cosas ellos mismos. Este es un paso muy
importante en el aprendizaje del lenguaje.
Los
libros cortos y familiares tienen mucho atractivo para
los niños. El ritmo y la repetición de los poemas para
infantes, por ejemplo, hacen que los niños sientan como
si las palabras y los sonidos fueran sus amigos.
Conforme leen una y otra vez sus libros favoritos, se
desarrolla otro paso importante, el de juntar el sonido
de la palabra con la palabra escrita. Los ritmos y los
sonidos que los niños gozan cuando son infantes llevan
consigo un valor mayor: les ayuda a construir su
sensibilidad hacia los fonemas, un conocimiento crítico
en el aprendizaje de la lectura.
Los
niños antes de ir a la escuela necesitan de cercanía y
cariño. El calor, el compartir la lectura con su niño
fomenta en los ellos el amor a la misma. Es buena idea
dejar que los niños lleven la pauta en la lectura,
dejándolos que escojan los libros y los lugares donde
quieran leer. Hay que ser muy generosos en el tiempo que
se les dé a los niños para que vean bien los dibujos;
así es como van aprendiendo pistas del cuento que van
leyendo.
El
ambiente de familiaridad que se va desarrollando en los
niños cuando se comparten cuentos con adultos que se
preocupan por ellos es el mejor regalo que las familias
y quienes cuidan de los niños pueden ofrecerles,
ayudándolos a emprender un excitante viaje en la carrera
de su aprendizaje.
Fuente:
Northwest Regional Educational Laboratory |