Los hombres no podríamos vivir en armonía si faltara la
confianza.
Es decir, la seguridad firme que se tiene de una
persona, por la relación de amistad o la labor que
desempeña.
Tenemos seguridad en una persona porque sabemos que en
sus palabras no existe el doble sentido o el
rebuscamiento; jamás hace un juicio a la ligera sobre
las actitudes de los demás; trabaja con intensidad,
procurando terminar la tarea encomendada cuidando hasta
el más mínimo detalle; llegará puntual si así se ha
acordado o guardará el secreto que le hemos confiado.
Es fácil perder la confianza en alguien cuando no actúa
con justicia, cuando miente pues la mentira tampoco
tiene lugar en cualquier tipo de relación ya que provoca
una ruptura que pocas veces, o nunca, se puede resanar.
También podemos confundir la "confianza en uno mismo"
convirtiéndola en presunción, como una forma de
hacernos. Otra forma mal entendida de la confianza, es
la familiaridad excesiva en el trato.
Ahora bien, todos somos capaces de generar confianza en
los demás:
·
Cada vez que enseñamos a otros a trabajar, aceptando sus fallas y
ayudándoles a mejorar, de esta manera podrán adquirir
seguridad en lo que están haciendo.
·
Para tomar decisiones, tomar en cuenta a los que comparten las
mismas responsabilidades, así, con otra visión de la
situación se obtienen mejores resultados.
·
Saber escuchar la opinión de los demás, sin importar nuestra mejor
preparación o el puesto de mayor nivel que ocupamos.
·
Ayudar a los hijos a decidir, procurando proporcionarles los
elementos que les ayuden a tomar la opción que más
convenga.
·
Procurando cumplir a tiempo con los encargos que tenemos, en el
trabajo, en casa y con los amigos.
·
Presentar nuestro trabajo limpio, ordenado y puntualmente.
·
Hablar siempre con la verdad.
·
Cobrar la cantidad justa de dinero por lo que vendimos o el
servicio que prestamos.
·
Evitar que se hagan burlas o calumnias de otras personas.
Somos dignos de confianza por cumplir responsablemente
nuestras obligaciones, ayudamos a los demás con nuestro
consejo o nuestro trabajo, si sabemos cumplir con las
promesas que hacemos, evitamos criticar a los demás,
generamos un ambiente agradable en las reuniones a las
que somos invitados, comprendemos los errores de los
demás y ayudamos a corregir.
Tal vez los mejores indicadores de confianza, son la
cantidad de amigos que tenemos, el número de personas
que acuden a nuestro negocio y las responsabilidades que
nos asignan en el trabajo; cuando esto ocurre, podemos
decir que somos Confiables.
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