Muchas personas viven en un disgusto casi permanente,
pudiendo evitarlo.
Quizás te encuentres en esa situación.
Seguramente hay comportamientos que te molestan de las
otras personas. Quizás
te moleste algo que dijo o hizo, o no dijo o no hizo una
persona cercana.
Si no le comunicas lo que te molesta, el otro no tendrá
ninguna oportunidad de modificar su conducta.
Hay muchas personas que guardan silencio y acumulan
estas molestias por días, meses y años. Y un día ya no
lo pueden soportar, y estallan rompiendo una relación, o
dañándola significativamente.
Si se analizan las causas, se descubrirá que los motivos
no son tan importantes, pero se sumaron a través del
tiempo.
Un
fenómeno que la gente expresa diciendo:
"Ya me había llenado el plato de piedritas".
Es mejor que aclares y resuelvas las situaciones a
tiempo, antes que se acumulen y crezcan.
En la mayoría de los casos, si la otra persona te
aprecia, buscará una manera diferente de proceder.
Muchos agradecerán sinceramente que se lo hayas dicho,
pues su intención no era provocarte un daño o un enojo.
¿Y si la otra persona no cambia de actitud o no le
importa seguir molestando?
Entonces, es mejor que evites esas situaciones, no te
comuniques con determinados temas o evita el contacto
con esa persona en las circunstancias que te molestan.
La vida es muy breve, en lo posible
evita pasarla enojado o molesto
por cosas
que incluso ni remedio tienen.
No vale la
pena que te arruines el día,
y menos la vida
entera,
enojándote por
cosas que no has hecho
el
más mínimo intento de resolver. |