La vida actual nos hace estar cada vez más tiempo fuera
de casa, hasta el punto que para estar con los niños hay
que proponérselo como si fuera igual que empezar una
dieta.
Pero
hay una gran diferencia entre las promesas que nos
hacemos a nosotros mismos y que nunca cumplimos y la
obligación de estar con los hijos y que también cada vez
se cumple menos. Y es que el tiempo no se detiene para
un niño. Cada día es una historia diferente. Sólo se
cumple una vez cinco años. A nadie se le cae dos veces
su primer diente. Y la primera pelea seria con su mejor
amiga hará llorar a más de una niña. Pero es que no
estar presente en el crecimiento de nuestros hijos crea,
además, un vacío entre nosotros y ellos que luego es muy
difícil de salvar. Recuperar tiempo perdido es
imposible, y esto puede traernos problemas muy serios en
momentos tan difíciles como la adolescencia. Si no
conoces de verdad a una persona no puedes guiarla y ella
no confía en ti por la misma razón.
Uno
de los rasgos de personalidad que más influye en el
éxito personal, emocional y profesional en la edad
adulta es la autoestima, faceta que por otro lado
se establece en la infancia. Y uno de los factores que
más influyen en el desarrollo de la autoestima en un
niño es el amor de sus padres. Un niño que no sienta
físicamente lo importante que es para sus padres,
difícilmente podrá cimentar una personalidad fuerte y
con amor por si mismo.
Todavía muchos hombres se basan en el modelo que vieron
en su casa y creen que su papel más importante en su
propia familia es el de suministrador. Este modelo tiene
poco tiempo para las demostraciones de amor, cariño, o
simplemente para aguantar una simple tarde en el parque,
un cuento antes de dormir, no hablemos de baños, etc,
momentos por otro lado íntimos que te hacen conocer
mucho a los hijos. Hechos que el niño necesita para
sentirse de verdad querido por su padre. No vale
decir “te quiero” en la cama, hay que demostrarlo
diariamente regalando atención.
Este
tipo de padres a veces actúan en el otro extremo: tienen
tal cargo de conciencia por algo que en el fondo saben
que podrían solucionar (sacrificando horas de la
oficina, o por qué no decirlo, del gimnasio, del futbol,
o del golf), que colman al niño de regalos o de
actitudes negligentes con su educación. No hace falta
explicar lo perjudicial que es esta forma de hacer las
cosas para los niños.
El
caso es que sea de un modelo u otro, estos padres ven
pasar el tiempo sin darse cuenta, ellos no saben
realmente lo que se están perdiendo, y cuando lo
descubran será tarde. Como ya hemos dicho el tiempo no
perdona y para disfrutar de verdad de tener un hijo, hay
que conocerlo a fondo, al niño y a sus circunstancias
diarias.
En
el plano psicológico-emocional-social, la presencia del
padre ayuda a los niños a aprender actitudes que sólo él
puede enseñarles con el ejemplo ya que no se enseñan en
los libros: la lealtad a la pareja y a la familia. La
importancia de tener un círculo familiar que cuidas y te
cuidan. Así, nuestros hijos repetirán cuando ellos
sean padres lo que vivieron siendo hijos.
Además, en el plano de las niñas, está demostrado que
las que por alguna circunstancia no han podido disfrutar
de la presencia de su padre en la infancia, de adultas
tienen tendencia a tener más desconfianza por los
hombres y a establecer relaciones más difíciles con
ellos.
Hoy es un buen día para comenzar a dedicarle más tiempo
a tus hijos, inténtalo… ¡no te arrepentirás!!! |