Juan Luna Delgado
Sí, tú,
tú que lees este mensaje.
Tú,
que te esfuerzas todos los días
al levantarte cada mañana,
a ser cada día mejor.
Tú, con tus afanes cotidianos
trabajas, luchas, te esfuerzas.
Tú vales mucho,
vales mucho, no por lo que tienes
en bienes materiales;
vales mucho
por lo que eres:
Un hijo de Dios.
Un hijo de Dios, perfecto,
único, maravilloso.
Un ser humano con todas
las potencialidades para ser feliz.
Tú vales mucho
por lo que eres con tus acciones,
por tus hechos.
Eres un maravilloso ser humano
hijo digno de Dios. |