Martita Fresno
M.
La realidad de un marido y de un padre que perdió el
trabajo es complicada y muy dura. Incluso desesperante
porque no se sabe cuánto durará. Este artículo (dividido
en dos partes) les dará un panorama de la situación y
medidas concretas para superarla.
Cuando
los que alguna vez en su vida han quedado desempleados,
que la sensación de quedarse sin trabajo es confusa y
desconcertante. "Para la mayoría de los hombres la sola
idea de perderlo es aterradora. Ellos saben que su casa
seria un hogar estable en la medida que tengan trabajo",
afirma la psicóloga Isabel Diez. En la inmensa mayoría
de los casos, los hombres se entregan profesionalmente
en un 100% y dan lo mejor de sí, entonces cuesta
entender la situación. "Porqué yo y no el del lado", se
preguntan.
Sin
duda, la personalidad juega un papel relevante al
momento de enfrentar la pérdida del trabajo,
independiente del cargo, puesto o sueldo que tenían.
Existen hombres positivos, seguros de sí mismos y bien
dispuestos a salir adelante como sea. Otros, en cambio,
tienden a rebelarse, a culpar a todos los que lo rodean
de su situación y son incapaces de ver la mano que
algunos tratan de tenderle.
Y ahora
¿qué?
Al
principio, los hombres tratan de seguir con la rutina a
la que estaban acostumbrados, pasando muchas horas fuera
de la casa: van a ver a los amigos, fijan algunas
entrevistas, hacen uno que otro contacto; la idea es no
estar en la casa: "El estado de ánimo va estrechamente
relacionado con el número de horas que el hombre empieza
a pasar en su casa. Porque el lugar donde a él le parece
lógico realizarse profesionalmente es en su trabajo, en
ese ambiente, con sus papeles, reuniones y el teléfono",
dice la psicóloga Claudia Grez.
El mal
humor y la irritabilidad se hacen más potente cuando ya
no hay más donde ir, cuando no hay más entrevistas,
cuando nadie llama... Aquí el panorama empieza a tomar
otro color y otro sabor. Porque ha pasado más de un mes
y no hay nada a la vista. Aparece también la rabia; a
raudales en muchos casos, porque existe la sensación de
abandono y de traición por parte del entorno. En otros,
aflora la desconfianza, la inseguridad en sí mismo o,
incluso, una fuerte amargura. No es difícil darse
cuenta, al oírlos hacer bromas crueles a la hora de
comida, provocando angustia en los hijos y en la mamá,
la que empieza a cargar, además con el peso anímico de
la familia.
Por
otro lado, a estas alturas el tema "dinero" ha tomado
otra dimensión, sin duda mucho más alarmante. El pago de
la liquidación (si hubo) se está agotando y muy pocas
familias tienen ahorros a los que recurrir. De hecho,
existe una inmensa mayoría que además de no contar con
un peso de reserva, tiene innumerables deudas. Entonces
a este cuadro de cesantía pueden añadirse agravantes:
tarjetas de crédito y de casas comerciales quedan
impagas, llegan cartas de cobranza, se bloquean
alternativas de pago, y en muchos casos sobreviene algo
peor; el nombre de la persona que busca trabajo aparece
en listados de morosidad y cuando una empresa pide
informes comerciales de quien solicita trabajo, este
dato juega en contra.
Sin
ánimo de echar leña a la hoguera, la psicóloga Grez hace
notar cómo la cesantía pone de manifiesto el buen o mal
uso que una familia ha hecho de sus recursos. Sea cual
sean los ingresos, una cuota de ahorro debiera existir
siempre, pues los imprevistos —no sólo la cesantía-
existen. Dicho de otro modo: es mala política familiar
vivir eternamente sobrepasado por los gastos, y
remisamente habría que ubicarse en un nivel de vida y de
gastos que deje cierto margen para reaccionar ante
eventualidades como falta de trabajo, enfermedad, etc.
Claudia
Grez hace una distinción entre estas dos situaciones:
cuando un jefe de familia no ha permitido que se le
disparen los gastos y no tiene deudas, más aún, algo
ahorrado, el estar sin trabajo implica no tener nada qué
hacer, pero no se siente con la soga al cuello. "Verá
afectada su autoestima, pero al menos tendrá cubiertas
las necesidades básicas por un tiempo", señala.
La próxima semana hablaremos sobre el impacto que esto
tiene en la esposa y los hijos.
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