Estudios confirman que la pubertad se está adelantando.
Pero si aparece antes de los 9 años, ojo, puede ser
un desarrollo precoz.
Magdalena Pulido S. Revista “Hacer Familia”
Una vez por día, en promedio, el pediatra endocrinólogo
Dr. Ronald Youlton diagnostica un caso de pubertad
precoz, es decir, niñas menores de ocho y niños menores
de nueve, que con una serie de características anuncian
-para sorpresa de todos- que están entrando a la
pubertad.
Según el Dr. Youlton, el temor es la primera sensación
que invade a los padres cuando se percatan que signos
propios de un adolescente los tiene un niñ@. Pero estar
alerta a ellos permite un tratamiento a tiempo que frena
el desarrollo y una consulta oportuna permite detectar
que en muchos casos puede ser una pseudo pubertad precoz
con señales que, tal como aparecen, se van.
Luces de alerta
La pubertad implica por definición la activación del
ovario en el caso de la mujer y de los testículos en el
hombre. Esos mecanismos traen como primera consecuencia
el crecimiento del botón mamario y de los testículos,
respectivamente. Cuando eso ocurre antes de los tiempos
establecidos se denomina pubertad precoz verdadera o
central, la que es muchísimo más frecuente en las niñas
con una relación aproximada de 20 casos a uno.
“El vello axilar, el vello genital, los olores, el acné,
son situaciones derivadas de la secreción de las
glándulas suprarrenales que nada tienen que ver con los
ovarios y los testículos”, explica el doctor Youlton. Y
si bien ambos procesos suelen darse en forma simultánea,
en realidad son totalmente distintos e independiente uno
del otro. Así por ejemplo, “si una niña tiene acné, olor
axilar y otras de estas características, pero no hay
desarrollo mamario, entonces no es una pubertad precoz
sino que una adrenarquia”, concluye el especialista.
“Ahora, cuando se trata de una pubertad precoz, el
desarrollo mamario o testicular siempre viene acompañado
de signos físicos como el vello y los olores”.
Cerebro en acción
La pubertad precoz tiene su origen a nivel cerebral. Lo
que activa a los ovarios o a los testículos para empezar
a funcionar es la hipófisis que a su vez recibe una
orden del hipotálamo. “Durante la infancia el hipotálamo
está sometido a un freno que le imponen los centros
superiores del sistema nervioso central. En la medida
que se acerca la época de la pubertad el freno se
empieza a soltar, el hipotálamo comienza a funcionar,
despierta la hipófisis y se activan las gónadas”.
¿Por qué ese freno se suelta antes? “En el caso de las
mujeres porque sí. No se han podido demostrar claramente
las razones. Salvo que entre un 10 y 15% de los casos,
el adelanto se debería a lesiones en la región del
hipotálamo, generalmente tumores benignos que no se
tocan”.
El caso de los hombres es distinto, pues cerca del 50%
se explica por alguna lesión en el sistema nervioso, “y
ahí lo grave no es la pubertad precoz sino lo que hay
detrás de ella”, explica el doctor.
También al momento del diagnóstico es importante
considerar la pseudo pubertad precoz, donde el
desarrollo del botón mamario o el crecimiento testicular
no se debe a los mecanismos normales de activación a
nivel cerebral, sino a razones tan puntuales como un
quiste en el ovario. La pubertad precoz verdadera es la
que se debe a la activación anticipada de los mecanismos
normales”, aclara Youlton.
El costo psicológico
Además del desarrollo físico notorio una niña con
pubertad precoz también tiene sus adelantos en la parte
emocional. Según Youlton, “esto no significa que deje de
jugar a las muñecas y piense en los chicos, pero sí es
posible que tenga señales propias de la edad como estar
más frágil emocionalmente, más contestona, entre otras
cosas”.
Así un desarrollo anticipado puede tener básicamente dos
tipos de problemas. “El primero relacionado con la parte
emocional y el costo psicológico de algunas niñas o
niños de sentirse diferente al resto. Y el segundo, es
que como se desarrollan anticipadamente, dejan de crecer
antes y no alcanzan la estatura a la que debían llegar”.
Frente a ese escenario, el doctor Youlton, recomienda
que los padres y sobre todo la niñita afectada decidan
si se opta por frenar el desarrollo. “Para ello se usa
una sustancia sintética que se inyecta y que engaña a la
hipófisis de manera que ésta deja de estimular al
ovario, hasta llegar a la edad que le corresponde
funcionar. Estas tienen como efecto secundario una leve
subida de peso y disminución en la velocidad del
crecimiento”.
Es un hecho que la pubertad se está presentando más
pronto en las nuevas generaciones, este artículo les
servirá para comprender mejor a nuestros preadolescentes
y tomar precauciones si los cambios ocurren antes de los
nueve años. |