Los períodos sensitivos son lapsos de tiempo que
predisponen a una acción.
Tomado del Libro Educar Hoy de Fernando Corominas
En
todos los seres vivos existen Períodos Sensitivos, no
voluntarios, en los que el organismo tiende
intuitivamente a realizar una determinada acción. Se
habla de períodos porque corresponden a una determinada
etapa y se llaman sensitivos porque son independientes
de la voluntad.
Los
períodos sensitivos corresponden, por una parte a
la procreación y por otra a la formación. Los de
procreación son repetitivos durante el tiempo de
fertilidad del ser vivo, mientras que los de
formación suceden una sola vez, y desaparecen al
llegar la edad adulta. Estos últimos son los que
realmente interesan cuando hablamos de la formación de
los hijos.
Las
personas, como animales racionales que somos, también
tenemos los períodos sensitivos de desarrollo,
igualmente irrepetibles; pero, en nosotros, se dan unos
fenómenos diferenciales específicos que nos liberan de
todo tipo de determinismo.
Las
personas somos seres trascendentales y tenemos voluntad.
Esto significa que somos seres libres y responsables,
capaces de entender y razonar y esto nos hace totalmente
diferentes del resto de los animales.
Gracias a nuestra voluntad somos capaces de dominar, si
así lo queremos, nuestros períodos sensitivos.
Negándonos a llevar a cabo la acción prevista y
realizarlo una vez transcurrido el período sensitivo. De
poder se puede, pero llevar a cabo la actividad fuera de
su tiempo natural propicio obliga a desarrollar una
fuerza de voluntad muy superior, nos cuesta más trabajo,
y además es muy difícil alcanzar la misma perfección en
los resultados.
Un
niño entre uno y cuatro años es capaz de aprender la
lengua materna o más sin esfuerzo y con la mayor
naturalidad, pues está dentro del período sensitivo de
hablar y todos sus sentidos están predispuestos a llevar
a cabo esa función, lo aprenderá sin querer y con la
perfección de un nativo.
Todas las acciones integradas en la formación de las
personas, tienen sus momentos oportunos de desarrollo.
Así podemos hablar de períodos sensitivos relacionados
con adiestrar, instruir o educar.
El conocimiento de estos períodos permite actuar a los
padres de forma anticipada en la formación integral de
los hijos, pudiendo potenciar las capacidades
de estudio, habilidades deportivas, buenos hábitos,
desarrollando virtudes como el orden, responsabilidad,
etc.
Continuaremos hablando sobre este tema la próxima
semana.
Lic. Rosa Elena
Ponce V. |