Que
fría estaba la noche; lo recuerdo muy bien. El viento
jugaba con los copos de nieve y aullaba como una manada
de lobos hambrientos. Yo sufría indeciblemente por no
encontrar una posada digna para mi esposa, que estaba
apunto de dar a luz. En el mesón no cabía una persona
más; y todas las casas estaban llenas de parientes que
habían acudido al empadronamiento. Aquello era una
confusión de gritos, animales y maldiciones de la gente
dirigidas al César.
Un
desconocido que vio mi angustia me dijo: -¿Por qué no
vas a la cueva que sirve de establo? Allí por lo menos,
no hace frío.
Apenado y triste por no haber conseguido un lugar mas
adecuado dispuse el establo lo mejor que pude; encendí
una fogata y nos pusimos a ponderar todo lo sucedido.
Como era posible que el hijo de Dios y descendiente del
rey David no hallara albergue en la ciudad de sus
mayores?....
Pero, por otra parte, ¿habría estado bien el nacimiento
del redentor en el barcillo de una posada
publica?...¡Cuánto mas recogido, aunque mas humilde, era
el establo en que nos encontrábamos!
A
eso de la media noche me dijo Maria: José creo que ha
llegado la hora; recuerda que debo estar sola.
Salí
del establo mientras que Maria entraba en éxtasis y
tenia lugar el parto virginal sin dolor. Pronto me llamó
y me dijo: Ven José para que adores al que va a salvar a
la humanidad. Allí, en la pobre cueva, Bendijimos al
Señor y adoramos en silencio al Dios humanado, al
Emmanuel o Dios con nosotros y que venia a reconciliar a
la tierra con el Cielo.
¡Pero que manera tan inusual había empleado Yahvé para
cumplir sus designios! ¡que desquiciamiento de los
cálculos humanos y del orgullo de los poderosos!
Acurrucado en su pesebre, yacía el Deseado de las
Naciones, el Objeto de los suspiros de todas las
eternidades.
Estábamos quedándonos dormidos, cuando que nos despertó
el bullicio de unos inesperados visitantes; eran
pastores de los contornos de Belén, que venían con el
rostro transfigurado y cargados de regalos: leche,
queso, pan, zalcan y hasta un corderito de un año
.-¿Dónde esta Cristo el Señor? ¿Dónde esta el Salvador
que nos ha nacido?
Jonás, el más viejo de los pastores nos dijo alborotado;
.-Estábamos vigilando nuestros rebaños, cuando un ángel
nos envolvió con su luz. Al vernos asustados, nos dijo:
.-“No tienen porque temer; porque vengo a darles una
noticia que será causa de gozo para todo el pueblo. Hoy
ha nacido para ustedes un Salvador, que es Cristo Señor
en la ciudad de David. Les doy una señal para que vayan
a adorarlo: encontraran a un niño envuelto en pañales y
recostado en un pesebre”. En aquel momento vimos a miles
y miles de ángeles que cantaban con armoniosa voz:
GLORIA A DIOS EN EL CIELO Y EN LA TIERRA PAZ A LOS
HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD
Y
después de contar esto, uno a uno fueron pasando delante
del pesebre y besaron al Niño. Uno de ellos le tocó con
su tambor una dulce tonada pastoril.
JOSÉ
Los que laboramos en Foro de Emergencia, A.C. les
deseamos a todos nuestros lectores, colaboradores,
voluntarios y amigos que Dios nuestro Señor reine en sus
corazones en esta Navidad y que la paz permanezca en sus
hogares hoy y siempre.
¡¡¡¡¡¡¡¡Muy Feliz Navida!!!!!!!!!
Lic. Rosa Elena
Ponce V. |