Esta mañana desperté
emocionad@ con todas las cosas que tengo que hacer antes
de que el reloj marque la media noche. Tengo
responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante.
Mi trabajo es escoger
que clase de día voy a tener. Puedo quejarme porque el
día está lluvioso y frío, o puedo dar gracias a Dios
porque las plantas están siendo regadas gratis.
Hoy me puedo sentir
triste porque no tengo más dinero, o puedo estar content@
porque mis finanzas me empujan a planear mis compras con
inteligencia.
Hoy puedo quejarme de mi
salud o puedo regocijarme porque estoy viv@.
Hoy puedo lamentarme por
todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba
creciendo, o puedo sentirme agradecid@ de que me
permitieran haber nacido.
Hoy puedo llorar porque
las rosas tienen espinas, o puedo celebrar que las
espinas tienen rosas.
Hoy puedo quejarme
porque tengo que ir a trabajar o puedo gritar de alegría
porque tengo un trabajo.
Hoy puedo quejarme
porque tengo que ir a la escuela, o puedo estudiar y
abrir mi mente enérgicamente y llenarla de nuevos
conocimientos.
El día se presenta
ante mi esperando a que yo le de forma…¿Y aquí estoy
yo?... ¡Su escultor!
Lo que suceda hoy
depende de mí, de nadie más.
Yo debo escoger que tipo de día voy a tener.
¡Que
tengas un gran día! Dios te lo regala… disfrútalo.
Lic. Rosa Elena
Ponce V. |