Se ha demostrado que con la estimulación temprana los
niños desarrollan más habilidades. Aprendamos a
realizarla.
Prof. Silvia Muñoz
La
estimulación debe comenzar durante el embarazo a partir
del quinto mes, cuando el feto es capaz de oír y ver, y
debe continuar a lo largo de los primeros años. Está
demostrado que cuando el pequeño es estimulado en el
vientre con música clásica, después de nacer cuando está
intranquilo y oye la misma melodía, se calma
rápidamente, lo mismo ocurre si escucha la voz de su
padre después que éste le habló durante el embarazo.
Hay
personas que aconsejan ponerle al feto una luz y moverla
para estimular el seguimiento visual pero la mayoría de
los niños estimulados con luz son bastante inquietos,
comparados con otros cuyo comportamiento ha sido
influenciado solamente por música.
Al
estimular a nuestros hijos durante el embarazo tendremos
bebés más despiertos, atentos y en alerta desde el
nacimiento. La estimulación se debe realizar en las
áreas del lenguaje, auto-ayuda, socialización, cognición
y desarrollo motor, pero en un primer momento la vista y
el oído son los sentidos más estimulados.
La
vista
El
recién nacido puede ver en tres dimensiones, tiene
cierta noción de profundidad. Puede enfocar objetos que
estén a
20 cm.
de distancia, pero cuando están más lejos o más cerca se
les vuelve borrosa la imagen. El mejor momento para
estimular al bebé es cuando está tranquilo y alerta,
(después de comer). Le gusta observar la cara de la
madre, es un momento propicio para hablarle en forma muy
suave, sonreírle, o permanecer en silencio.
El bebé
puede observar tamaño, color, forma de los objetos que
se le muestran, por eso no es conveniente que los
juguetes a esta edad sean muy cargados, deben ser más
bien simples, y se debe interrumpir el juego
inmediatamente cuando el bebé está cansado. Puede seguir
un objeto con la mirada mientras se mueve lentamente, no
hay que abrumarle.
El oído
La
agudeza auditiva del recién nacido es casi igual al del
adulto, por eso los sonidos para estimularlo deben ser
de intensidad mediana. El momento adecuado para
estimularlo es después de la toma, demostrándole al
pequeño que se entiende el mensaje de sus sonidos como
si fueran palabras.
Cuando
el bebé pierde interés en la experiencia que está
realizando no siempre significa que está cansado, es
porque ya ha aprendido todo y necesita pasar a algo
nuevo, no obstante, conviene no agobiarlo con muchas
cosas o actividades, hay que dejarlo descansar y
brindarle un tiempo para que se acostumbre y disfrute de
aquello que le parece interesante.
Si
hablamos al bebé suavemente y él no nos ve buscará con
sus ojitos la fuente del sonido, y más adelante podrá
girar su cabeza. Es muy importante que el bebé vea la
cara de la persona que le está hablando para que pueda
tranquilizarse.
El bebé
disfruta de las canciones suaves especialmente si las
canta mamá, o alguna persona que esté en contacto
frecuente con él, le gusta escuchar música suave,
rítmica y regular.
Mientras le cantamos al bebé y lo mecemos estamos
favoreciendo al desarrollo del equilibrio. Para que este
sentido se desarrolle normalmente la madre debe brindar
seguridad y protección física a través de sus brazos.
Sus palabras tiernas, el sonido de su voz, el calor y el
olor de su cuerpo crean el entorno denominado "regazo
emocional".
Así es
que si este año les trae un nuevo miembro a su familia,
pues ¡manos a la obra! Y aprovechemos todo el “handicap”
que les podemos dar a nuestros hijos con la estimulación
temprana-
Lic. Rosa Elena
Ponce V. |