Esta es una técnica que podría ayudarte a encontrar la
paz necesaria cuando has terminado una relación amorosa.
Por
Brian Tracy
Si has terminado una mala relación o un mal matrimonio y
todavía no lo has superado, existe una técnica que
puedes usar para liberarte por completo de la situación.
Tiene un nombre muy sencillo, se llama la técnica de la
«carta». Se enseña ahora en varios lugares y es
increíblemente eficaz y liberadora.
Lo primero que tienes que hacer es sentarte y escribirle
una carta a la persona en cuestión. Esta carta consta de
tres partes, que tú puedes hacerlas lo cortas o largas
que desees.
En la primera parte admite que aceptas la
responsabilidad de la relación, que fuiste tú el que te
metiste en ella y que no tienes nada que exponer en tu
descargo. Evita mencionar la poca culpa que tuviste en
el asunto y lo apesadumbrado que estás por lo ocurrido
en el pasado.
En la segunda parte de la carta le expresas tu perdón a
la otra persona por todo lo que ella te hizo y que te
hirió de alguna forma. A veces resulta bien especificar
todas las cosas por las que tienes que perdonar.
Termina la última parte de la carta deseándole todo lo
mejor al destinatario o la destinataria de la misma. Una
vez firmada, coge la carta, la metes en un sobre y
escribe en él la dirección correcta, le pones el
franqueo necesario y la envías metiéndola en el primer
buzón que encuentres.
En el instante en que dejas caer la carta en el buzón y
la consideras ya irrecuperable, sentirás una sensación
de libertad y regocijo que no te puedes imaginar. En
esos momentos, la relación estará acabada y podrás
reemprender tu vida sentimental. Sin embargo, hasta que
esto no llega permaneces atrapado en las arenas
movedizas del rencor y el odio no resueltos que
acompañan a toda relación romántica que deja de
funcionar. Tienes que perdonarte también a ti mismo por
todas las cosas estúpidas y dañinas que has hecho. Ten
presente que no eres perfecto; tú también cometes
errores. Has dicho y hecho muchas cosas disparatadas en
tu época de crecimiento y maduración. Si las tuvieses
que hacer de nuevo, las harías de forma diferente. Pero
tener remordimientos y lamentarse de pasados desatinos
no sirve para nada. Además, denota un carácter débil. El
remordimiento se usa a menudo como pretexto para
estancarse y no seguir adelante. Todo hombre o mujer
inteligente y maduro han cometido fallos tontos y
gratuitos. Así es como se aprende y se madura. Así que
tienes que perdonarte todas tus torpezas.
El perdón es la llave del reino del desarrollo mental y
espiritual. Cuando te esfuerzas por ser una persona
indulgente, estás tratando de emular los mejores rasgos
del carácter de los más grandes hombres y mujeres que
han pisado este mundo. Te estás colocando en el coro de
los ángeles!!. Con el acto de perdonar se pone en marcha
el proceso de borrar todo residuo acumulado de
culpabilidad, odio y rencor que engendra sentimientos
negativos en tu subconsciente. La práctica regular de
perdonar voluntariamente a todo el mundo por todo lo que
haga, te convierte en un ser humano más calmoso, amable,
indulgente y optimista. Todo un nuevo sendero se abrirá
ante ti desde el instante en que perdones y olvides. El
perdón es la llave que te abrirá el reino de la paz
interior, que es lo más importante y a lo que más puedes
aspirar.
Ya hemos hablado en varias ocasiones acerca de el bien
que produce al alma el perdón y esta técnica viene a
complementar lo que hemos mencionado anteriormente,
espero sinceramente que los que se encuentren en una
situación así la pongan en práctica, creo que les traerá
la paz que necesitan.
Lic. Rosa Elena
Ponce V. |