El consejo 2 se refiere a generar un clima de confianza
Por: Lic.
Mª del Carmen Camacho Gil
2.- Demuéstrale que estás de su lado, SIEMPRE...
Tienes que recuperar la confianza en el otro, la
confianza de que te quiere aun sin ser perfect@ y que
puede mantener su amor a pesar de que no estén de
acuerdo en todo. Para recuperar la confianza necesitamos
sentir que se pone en mi lugar, que está de mi parte,
que no es mi enemig@ sino la persona que me quiere, que
tiene en cuenta mis necesidades y deseos tanto como los
suyos propios.
Algunas actitudes que nos ayudan para generar nuevamente
la confianza son las siguientes:
I.
• “Cacha” haciendo algo agradable a tu pareja
(Ej.: Te ayuda recogiendo la mesa, se ocupa del niño,
llega de buen humor, etc.) y reconóceselo con un
beso, una sonrisa o una palabra amable. Que se dé cuenta
de que te gusta, no te quedes pensando “qué mosca le
abrá picado”, “algo querrá”,... y pongas mala cara o te
quedes indiferente. A todas las personas nos gusta
gustar, si se da cuenta de que así lo consigue tienes
más posibilidades de que repita esas conductas
agradables.
Importante:
NUNCA se te ocurra aprovechar que hace algo bueno
para echarle “un rollo” o intentar solucionar conflictos
de otro tipo, Ej.: “si fueses así siempre que bien
nos iría”, “ves como cuando quieres puedes resultar
adorable”, etc.
II.
• Cuando tengas que dar tu opinión, primero le
escuchas atentamente y luego le dices:
“ENTIENDO
QUE...” (Demuestras que has comprendido su idea,
muestras empatía y, si es posible los puntos de acuerdo
con su postura)
“TAMBIÉN
ES CIERTO QUE...” (Procura no usar un PERO... porque
parece que lo anterior no vale. Das tu opinión o
argumentas con hechos otro punto de vista distinto al
escuchado. Si vas a dar tu opinión subjetiva, utiliza
mensajes “YO”, habla por ti, y no te metas en
descalificaciones hacia los demás)
“POR
LO TANTO SUGIERO... O ¿QUÉ PODRÍAMOS HACER?...”
(Propones un cambio que satisfaga a ambas partes)
Importante:
Recuerda que son 3 pasos y por ese orden, y que
SIEMPRE tienes que empezar por demostrarle que te
pones en su lugar y que respetas su punto de vista
antes de dar tu opinión o de pedir algo. Trata de abrir
el diálogo y la negociación en lugar de cerrarla con
ataques personales, exigencias, malos modos, gestos de
impaciencia, etc.
III.
• Sé cariñosa y demuéstrale tu afecto
habitualmente, incluso cuando no estés de buenas.
Utiliza muchos te quiero y el contacto físico (besos,
abrazos, sonrisas). Que tu gesto sea agradable,
destierra los gestos desairados, alzar la voz. Tú misma
mejorarás con el cambio. El cambio físico influye en
nuestro cambio mental y a la inversa.
RECUERDA: No le regañes. Utiliza una forma positiva de
expresión, habla de lo que deseas y no de lo que quieres
evitar. Si estás enfadada por algo que ha hecho
recuérdale que tu enfado no pone en peligro tu amor
hacia él. A veces es bueno antes de hacer una
crítica comenzar por un halago, y si puedes terminar con
otro mejor Deja de estar enfadada todo el rato,
eso se consigue:
-
No creyéndote mejor que los demás (cada vez que le
culpas tan duramente por algo es porque se te olvida que
también tú tienes defectos),
-
Evitando los “campos de minas” (aquellos asuntos con los
que eres especialmente susceptible),
-
No provocando la ira de los demás (señalando sus
defectos, a veces gratuitamente),
-
No sobrecargándote de trabajo o de responsabilidad más
de lo estrictamente necesario. El estrés produce
irritabilidad.
IV.
• No seas tan perfeccionista, y deja de criticarle.
Es sólo un ser humano tan imperfecto como tú. No
estés corrigiéndole continuamente por cosas sin
importancia.
V.
• Deja de competir. Los dos están en el mismo
equipo. ¿Por qué tienes que demostrarle que eres más
lista, más intuitiva, más rápida, que sufres más, que
cocinas mejor, qué pones más de tu parte, etc.? ¿Tan
insegura te sientes que tienes que ir demostrando lo que
vales montando y ganando batallas? No conseguirás así su
aprecio y valoración, lo que conseguirás es que se
resienta, se sienta atacado, humillado y contraataque.
Si es él el que compite, deja que sea para él una
necesidad, no entres al juego. En el fondo lo que está
pidiendo a gritos es amor y reconocimiento, dejará de
hacerlo en cuanto mejore su autoestima y/o no se sienta
amenazado. No te inmutes, puedes reconocerle su virtud
sin menospreciarte tú. La clave está en no comparar ni
compararse con los demás. Frases como: “cada uno tiene
sus virtudes” o “reconozco tus virtudes, por eso te
quiero” puede ser suficiente, si la cosa se pone fea,
puedes añadir. “¿Puedes hablar de ti sin hablar de mí
por favor?”
VI.
• Dale un voto de confianza. Si hay algo que no
entiendas, simplemente PREGUNTA POR QUÉ SIN PONERTE A
LA DEFENSIVA,
evitarás muchas discusiones y meteduras de pata por ser
malpensada. Las personas solemos tener un motivo más o
menos razonable para hacer lo que hacemos. Escucha lo
que tiene que decir.
Continuaremos la próxima semana con otros dos consejos.
Lic. Rosa Elena
Ponce V. |