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Cómo ayudar a los niños a afrontar la separación y
divorcio de sus padres.
Por Lic.
Ana L. Díez Sánchez
Continuamos nuestro
tema con este asunto que muchas veces se vuelve áspero
entre los padres, pero no tiene por que ser de esa
manera.
Visitas: ese
reencuentro en los fines de semana y verano
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Intentar
avisarle antes cuando se tenga que ir con su
padre, y a ser posible decirle lo que van a hacer y
cuando volverá otra vez a casa. De ésta forma él mismo
podrá prepararse mentalmente para asumir esos momentos.
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En
cualquier caso debe saber que aunque su padre venga a
casa a verlo, eso no quiere decir que se va a quedar
otra vez con ellos.
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Dejarle
muy claro que aunque su papá venga por él, luego va a
volver con su mamá, y que su mamá lo sigue queriendo
aunque no esté con él.
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Quien
tenga la custodia (en éste caso, la madre) tiene que
evitar que el niño se sienta en una guerra entre sus
padres. Dile
que quieres que se la pase bien con papá, y que no te
vas a enfadar con él por irse con papá, que es lo
normal.
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No debes
bajo ningún concepto comprar el cariño del niño con
regalos, ni decirle que la mamá lo quiere más que él
papá, o que él tiene que decidir entre uno u otro y
querer más a uno de los dos. Aunque estén separados,
el niño necesita el cariño de los dos, eso no debe
cambiar por sus problemas como pareja.
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No
utilizar al niño para darle mensajes negativos a su papá
de parte de su madre. Es un error con esto lo único que
conseguirán es destruir uno de los apoyos que necesita
para crecer.
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Tienes que
procurar no interrogarle demasiado cuando vuelva
a casa, a cerca de lo que hace o deja de hacer su papá y
de con quien está, no debes utilizarlo como "espía".
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Lo que si
debes hacer es interesarte por lo que ha hecho el niño,
sí la ha pasado bien, si está contento, etc. Pregúntale
con naturalidad, como si hubiera estado en casa de un
amigo, que no note que hay rencor hacia el padre.
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Mantener
buena relación con el padre, por lo menos delante del
niño. Si es posible, las conversaciones sobre temas
legales o dinero deberán tenerlas sin que él esté
presente.
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Lo
más importante
para todos es que se den
un rato todos los días para hablar con el niño y para
jugar con él. Preguntarle cómo ha pasado el día, qué ha
hecho en la escuela, qué ha comido, a qué ha jugado y
con quién.
Lic. Rosa Elena
Ponce V. |
