Algunas reacciones que pueden presentar los niños de 3 a
6 años ante la separación de sus padres.
Por
Lic. Ana L. Díez Sánchez
Como
mencionábamos en el primer artículo: estos son consejos
para mitigar las reacciones que pueden presentar los
niños ante la separación de sus padres pero no se pueden
evitar estas reacciones. Los niños entre 3 y 6 años
pueden presentar algunas de estas reacciones:
-
Pierden
logros que ya tenían adquiridos
en
hábitos como dormir solos, comer de todo, controlar los
esfínteres, ser más independientes de la madre,
relacionarse adecuadamente con sus compañeros, etc.
Piensan que volviendo a etapas más infantiles, recibirán
más atención de la madre, y puede que también de su
padre.
-
Es
frecuente que cambian mucho de estado de ánimo,
pasando de estar contentos a estar tristes en poco
tiempo, tienen reacciones desproporcionadas ante las
situaciones, llorando o enfadándose por cosas a las que
antes no les daban importancia. El cambio que viven es
bastante serio, y a veces pueden tardar en situarse
emocionalmente.
-
En
algunos casos pueden llegar incluso a tener miedo de
que la madre le abandone, y lo expresan llorando
cuando se queda en la escuela, cuando se ve solo en
casa, o cuando su madre tarda más de lo habitual en ir a
recogerlo. Se trata de una ansiedad de separación por
miedo a ser abandonados, y siguen a su madre allá donde
va, por ello suelen tener pesadillas relacionadas con
este tema, o no quieren dormirse por miedo a que cuando
se despierten su madre ya no esté.
-
Se
muestran inseguros y recelosos, ven amenazado su
entorno por los cambios, y pierden la confianza en
sus padres y en los adultos en general.
-
Pueden
asustarse ante cosas que antes no les daban miedo, como
un ruido fuerte, la altura, la oscuridad o ante algunos
animales.
-
Pueden
estar tristes, muestran timidez, pocas ganas de
hacer nada, ya no tienen interés por los juegos o
actividades con los que antes disfrutaban, pasan mucho
tiempo quietos viendo la televisión, muestra desinterés
por la comida, incluso por las golosinas. Dice que es un
niño malo, o que es feo, y deja de esforzarse por
actividades como pintar, dibujar, etc.
-
Otras
veces pueden mostrar su ansiedad siendo demasiado
inquietos, corriendo siempre de un lado para otro,
levantándose muchas veces y hablando mucho.
-
Cambian
el comportamiento con sus compañeros,
y su modo de jugar con ellos, huyen de la compañía de
los demás y prefieren estar solos.
-
Sienten
rabia, y suelen expresarla con sus compañeros en la
escuela, les pegan, les muerden, quitan juguetes,
escupen, insultan, y se vuelven más mandones. A sus
compañeros los ven como un blanco más fácil con quienes
descargar la rabia que sienten contra los padres.
Algunos niños incluso muestran esta rabia directamente a
sus padres, les pegan, les insultan, les muerden, les
dan patadas.
-
Cuando
no pueden expresar directamente su rabia a los padres,
se vuelven desobedientes, lloran de manera
incontrolable, tienen rabietas, intentan controlar todo
lo que hace la madre, interrumpen sus conversaciones
con los demás, rompen juguetes, y ensucian y desordenan
todo a propósito.
-
Lloran
mucho porque eso les tranquiliza, hay que estar con
ellos en ese momento y ayudarles a expresar lo que
sienten. Darles muchas muestras de cariño, besos,
caricias, abrazos.
-
Algunos
niños intentan ignorar el problema. Utilizan un
mecanismo de defensa: si ignoran que su padre se ha ido,
no tienen que enfrentarse a ello, y piensan que con el
tiempo ese problema desaparecerá y todo volverá a ser
como antes. Estos niños saben que sus padres se han
separado pero fingen no saber nada, y responden a los
demás como si su padre todavía estuviera con ellos.
-
Pueden
aparecer dolores de estómago, vómitos o dolores de
cabeza, cuando intuyen que su padre va a venir a
buscarlos, o va pasar un rato con ellos. Es una forma de
evitar la situación.
En cualquier caso debemos recordar que no todos los niños reaccionan de
la misma manera, pues su comportamiento depende mucho
del carácter del niño, de su forma de ser y del modo
en que se esté manejando la situación por parte de los
padres y familiares. Por eso:
¡¡¡¡ANTE TODO MUCHO ÁNIMO, AMOR Y PACIENCIA!!!!!
Lic. Rosa Elena
Ponce V. |