Explosión hormonal, estirón, espinillas… llegó la
pubertad en gloria y majestad. No es hora de bromas
pesadas, sino de mucho apoyo por parte de los padres.
Magdalena Pulido S. y Verónica Gaete, pediatra.
Mirar las fotos de aquellos años de pubertad es sinónimo
para cualquier adulto de risas, burlas y de un deseo
incontrolable de hacerlas desaparecer. Pues si bien
están cargadas de recuerdos y grandes emociones, son el
vivo testimonio de un cambio físico, definitivamente
poco asentador, sobre todo en un período de transición,
donde por ejemplo en un cuerpo de niño se asoma un
bigote loco o en una niñita menudita aparecen las
primeras formas.
Si ahora es su hijo quien atraviesa por esa etapa,
acompáñelo en este proceso con la mayor naturalidad y
tino posible. Recuerde que es una etapa normal y todos
pasamos por ella. Intente no hacerlo sentir “que todos
la(o) miran” y explíquele, antes de que ocurran, los
principales cambios que experimentará:
1. Más mujer, más hombre.
El primer signo de la pubertad en las mujeres es el
desarrollo del botón mamario y en los hombres el
crecimiento de los testículos. Estos fenómenos, llamados
caracteres sexuales secundarios desencadenan otros
efectos como el vello púbico, el cambio de voz y pelos
en diversas partes del cuerpo, en un proceso que dura
aproximadamente cinco años. En las mujeres, con la
primera menstruación y en los hombres con la primera
producción de espermatozoides, se adquiere la capacidad
de reproducirse.
Por qué:
Por alguna razón que aún se desconoce se activa el
hipotálamo, la hipófisis, las gónadas y se inicia el
proceso de la pubertad antes descrito.
Qué hacer:
Los púberes siempre viven los cambios corporales como
una irrupción de elementos extraños en el cuerpo. Por
eso en un principio la mayoría se vuelven inseguros pero
tienden a ir acostumbrándose de a poco y a vivirlo sin
traumas mayores. Sin embargo, en ese proceso influye
mucho la actitud de los adultos. Por ejemplo, las
mujeres suelen a veces vivirlo más negativamente, con
más vergüenza, pues en la mayoría de los casos el papá
se complica con su desarrollo y le teme los riesgos
asociados al inicio de su capacidad reproductiva. En el
caso de los hombres la vivencia es más positiva, pues se
valora mucho culturalmente, por ejemplo, su
fortalecimiento muscular.
2. Cuerpos de adultos.
Es en la pubertad también que se adquiere alrededor del
50% del peso ideal de adulto.
Por qué:
Existe crecimiento óseo, se alargan los huesos y en
algunas regiones se ensanchan. Por ejemplo, en las
mujeres, son las caderas las que ganan en volumen,
mientras que en los hombres crece la espalda. También
aumenta la masa muscular en los hombres y la grasa en
las mujeres. En ellas el porcentaje de grasa es mucho
mayor que en los varones pues la necesitan para
funcionar bien desde la perspectiva de las hormonas, es
decir, para tener ciclos regulares y funcionando
adecuadamente.
Qué hacer:
Aunque la ganancia en peso durante este período es
normal y es bueno que así ocurra, es importante ayudar a
los hijos a no descuidar los buenos hábitos, en
alimentos y deportes, pues aquí la aparición de obesidad
es mayor que en los niños chicos.
3. Largos(as) desgarvados(as).
Paralelamente en esta etapa se produce el conocido
“estirón”. Este es el período de máxima velocidad de
crecimiento. Tanto hombres como mujeres crecen entre el
20 y 25% de la talla final. Ocurre casi dos años antes
en las mujeres que en los hombres pero en ellos es más
intenso y al final de su proceso alcanzan una estatura
superior.
Por qué:
Se produce por un cambio tanto en las hormonas de
crecimiento como en las sexuales.
Qué hacer:
En esta etapa es normal relajarse con las visitas al
pediatra. Sin embargo, siempre es recomendable un
control anual para evaluar el crecimiento, el peso y los
parámetros de desarrollo en relación a la edad. No
dejarlos pasar es clave.
4. Explosión sebácea.
El temido y conocido acné está dentro de los cambios que
se asocian a la pubertad, pero no es un fenómeno que
deba ser parte de ella. El acné es tan frecuente que
tiende a asumirse como obvio dentro del proceso, como
algo que tocó y no hay nada que hacer. Sin embargo, el
acné es una patología y cuando aparece siempre es bueno
preocuparse.
Por qué:
Tiene que ver principalmente con los cambios hormonales,
con la producción de cebo que aumenta en esta etapa y
con la tendencia de los poros a obstruirse propia de la
pubertad.
Qué hacer:
Consultar a un especialista si es necesario, pues muchas
veces requiere de un tratamiento determinado.
Lic. Rosa Elena
Ponce V. |