Este es un escrito hecho por una de nuestras
suscriptoras y lo publicamos hoy para que nos ayude a
reflexionar
Lucía Ontiveros. Abril de 2007
Cuando una persona esta llena de amor no puede concebir
la muerte.
Se levanta por la mañana y da gracias a Dios por el día
soleado o el día nublado. Por el viento que acaricia sus
mejillas. Por los pájaros que cantan por la mañana.
Cuando mira a los niños, descubre la grandeza del
universo.
Y cuando piensa en un bebe de 12 semanas va más allá de
considerar: Que mide casi 6 cm. y está totalmente
formado. Los dedos de sus manos y pies están separados y
comienzan a definirse las uñas. Y que el esqueleto
continúa creciendo y los huesos están más fuertes, pero
aún flexibles. El sistema nervioso está madurando cada
día. Se mueve muchísimo pero aún nadie puede percibirlo.
La placenta ya funciona al 100% para alimentarlo.
El latido del corazón puede escucharse perfectamente por
ultrasonido.
Para una persona que esta llena de amor estas
características son meros tecnicismos, porque cuando
piensa en una vida de 12 semanas no necesita escuchar
los latidos de ese corazón pequeño. Su propio corazón
los intuye.
No necesita explicaciones científicas para amar, para
alegrarse de que una persona venga en camino para
empezar la aventura de la vida.
El milagro de la vida nos debe maravillar, más que un
viaje a la Luna o a Marte.
El poder de crear una vida, es un don que debe ser
administrado con responsabilidad.
¿Quién abogará por los que no tienen aun voz?
Por los seres indefensos que no pueden contra la fuerza
de un adulto 100 veces más grande que ellos; que los
quieren destruir solo porque no estaba en sus planes.
Hoy hablo por los que no tienen voz, los no deseados,
por los que piden ser amados, respetados; por los que no
pidieron venir a la tierra.
Que el amor los salve. Que todas las personas capaces de
amar, nos unamos en la defensa de la vida
Externemos nuestra opinión, y compartamos nuestra
alegría de vivir con los demás. Para que reine la piedad
y resulte inconcebible el matar, después de amar.
“El más grande destructor de la paz es el aborto porque,
si una madre puede matar a su propio hijo … ¿qué
nos queda a nosotros, yo matarte a ti y tú matarme a mí?
“
“Es algo muy pobre decidir que un niño debe morir para
que tú puedas vivir como lo deseas.”
Madre Teresa de Calcuta
Lic. Rosa Elena
Ponce V. |