Ser feliz es encontrar la fuerza perdida, tener
esperanza en las batallas, seguridad ante el miedo, amor
ante los tropiezos.
Es saber valorar más una sonrisa en un rostro.
Es no celebrar tanto un éxito, sino aprender más de los
fracasos.
Es no tener tanto júbilo ante los aplausos, sino saber
encontrar la alegria en el anonimato.
Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir, a pesar
de todos los desafíos, incomprensiones y los periodos de
crisis. Es dejar de ser victima de los problemas y
convertirse en el escritor de tú propia historia. Es
atravesar los desiertos internos de uno mismo, y ser
capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de tú alma
Ser feliz es agradecer a Dios cada mañana por el milagro
de vida. Es tener coraje para oír un “no”. Es tener
seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.
Ser feliz es tener madures para decir “yo me equivoque”.
Es tener sensibilidad para expresar “yo necesito de tí”
Ser feliz es no tener una vida perfecta y saber usar tus
lágrimas para crecer em espíritu.
Es usar las piedras para refinar la paciencia. Usar tus
fallas para esculpir la serenidad.
Ser feliz es usar los obstáculos para abrir las ventanas
de la inteligencia. Usar el dolor para conocer la
alegría.
Jamás desistas de tí mismo. Jamás desistas de las
personas que amas. Jamás desistas de ser feliz, pues la
vida es un espectáculo imperdible.
¿Piedras en el camino? guárdalas todas...
un día con ellas construirás un castillo.
Lic. Rosa Elena
Ponce V. |