Un mal sobre el cual es difícil hablar
El
maltrato a los niños de todas las edades se ha
incrementado en EE.UU. y otros países, así como los
abusos perpetrados contra los ancianos. Incluso, aunque
las víctimas en su mayoría son mujeres, niños y
ancianos, también hay casos de hombres golpeados por sus
mujeres. Y aunque el objetivo de este artículo es ayudar
a la mujer maltratada, todo lo aquí descrito igual se
aplica a cualquier persona que vive la violencia
doméstica.
¿Qué constituye violencia?
¿Es
simplemente darle golpes a una persona? Hasta ahora
habíamos creído que esta era la única forma de
violencia. Sin embargo, la psicología moderna nos ha
dado una nueva visión del ser humano y de sus
necesidades psicológicas. Ahora sabemos que hay otro
tipo de violencia que también hace daño a las personas:
la violencia psicológica o verbal.
Destruir la autoestima de una persona sistemáticamente
mediante críticas, desprecios, abandono o insultos;
también son formas de violencia. No cabe duda de que a
veces los golpes al espíritu son mucho más dañinos que
los golpes al cuerpo y dejan heridas más profundas. Las
víctimas de este tipo de violencia por lo general
continúan sufriendo calladamente y por eso no reciben la
ayuda que tanto necesitan. Una persona golpeada en su
cuerpo puede mostrar las heridas y recibir ayuda. Sin
embargo, la que es golpeada sistemáticamente en su
psiquis, en su espíritu, no tiene heridas físicas que
mostrar al mundo para poder pedir ayuda. Como este tipo
de abuso o violencia doméstica ocurre mayormente en la
privacidad del hogar, generalmente pasa desapercibido, a
veces durante muchos años. Por añadidura, generalmente
la violencia verbal o psicológica precede a la física.
¿Por qué permanecen muchas mujeres en una relación
abusiva?
Las
víctimas del maltrato verbal muchas veces piensan que
éste no es lo suficientemente grave como para tratar de
hacer algo para impedirlo. Algunas temen que no les
creerán si denuncian al abusador, pues a menudo éste
goza de una buena imagen pública. Las que están siendo
golpeadas tienen miedo a las represalias por parte del
agresor ya que a menudo éste amenaza con matarla. Otras
temen enfrentar la vida solas o simplemente no tienen
los medios para hacerlo. A veces alguien que la víctima
respeta le dice que debe permanecer en esa relación
abusiva "por el bien de sus hijos".
En
el caso de la mujer del alcohólico o drogadicto, ella es
una codependiente de su esposo o "compañero" y la
codependencia es una enfermedad emocional que requiere
tratamiento de un psicólogo o psiquiatra. Todas estas
mujeres tienen en común una baja autoestima y una
incapacidad para poner límites porque vienen arrastrando
problemas emocionales desde su niñez. A menudo la raíz
de la violencia doméstica tanto para las víctimas como
para sus victimarios, es el vacío afectivo. O sea, la
falta de amor y atención en su niñez.
Concluiremos este interesante tema la próxima semana.
Lic. Rosa Elena
Ponce V. |