Tomado de Educar hoy de
Fernando Corominas
Nos
encontramos en una sociedad extraordinariamente rica y
cambiante. Nunca antes en la historia de la humanidad se
habían producido tantos cambios en tan poco tiempo: en
el ambiente, en la escuela y en la familia.
Ser
padres hoy, no es fácil. A muchos padres
(a la mayoría)
no les sirve como modelo la experiencia vivida como
hijos en su infancia.
Es
cierto que existe una preocupación generalizada y que ha
traído como consecuencia que las ciencias más antiguas y
más modernas se aúnen en un ansia de reacción sobre el
ambiente actual desarrollando nuevos instrumentos y
pedagogías innovadoras que nos abren a los padres
horizontes verdaderamente esperanzadores y optimistas;
pero hay que conocerlas.
El Ambiente: Por una parte los
medios de comunicación: TV, radio, cine, prensa, etc.,
tienen una influencia creciente y no siempre trasmiten
los valores que los padres quieren vivir en la familia.
Por otra parte, el ambiente, los amigos, la calle, etc.,
no siempre dan el ejemplo deseable.
Afortunadamente, las ciencias de la educación no se han
quedado atrás en la carrera vertiginosa de los
descubrimientos. Como reacción natural a los cambios
acontecidos, en distintas universidades a nivel mundial,
nacen Centros de Investigación de Metodologías
Innovadoras en las áreas de pedagogía. Se investigan
conocimientos ancestrales de la vieja Grecia, sistemas
orientales aplicados desde hace miles de años.
Es
así que se desarrollan nuevos instrumentos y
metodologías innovadoras, como son los instintos guía y
los períodos sensitivos. Son nuevos recursos, en manos
de unos padres sin tiempo para educar, capaces de abrir
nuevas perspectivas esperanzadoras.
Por
otra parte, modernos métodos para tratar la problemática
de las relaciones humanas en la empresa, problemas de
comunicación de trabajo en equipo, de responsabilidad,
de aprovechamiento del tiempo, de calidad en el trabajo,
de ética profesional, de compañerismo, de sistemas de
motivación, etc., son de fácil aplicación dentro de la
familia. Buena parte de los principios de
la
Teoría Z sobre la organización interna de las empresas,
son de aplicación directa en la educación de los hijos.
(Lo hablaremos en otro artículo)
La Escuela:
La
escuela pasa a convertirse en un ente ingobernable donde
se enseña lo que dictaminan unos pocos. Sin embargo, hay
escuelas que han apostado fuerte por la formación
integral de la persona, con enseñanza de la mayor
calidad y formación para sus alumnos en valores
sociales, que hacen un esfuerzo innovador permanente,
incorporando los avances científicos de la neurología
funcional aplicada a la educación.
La Familia:
Los padres, ante la necesidad de trabajar ambos, ponen a
los hijos bajo el cuidado de terceros, parvularios,
abuelos, asistentas, hasta alcanzar la edad escolar. El
ambiente exterior penetra en la intimidad familiar.
Es
verdad que educar hoy es diferente, que el ambiente
juega en contra; pero también es cierto que los avances
en el área educativa y el mayor conocimiento acerca del
comportamiento humano, hacen más eficaces el esfuerzo de
padres y educadores. Si para ser un buen empresario es
necesario tener “mentalidad de empresario”, para saber
educar hay que tener “mentalidad de educador”
Además, en el mundo actual, donde el profesionalismo es
imprescindible, los padres quedan como marginados,
porque a la hora de educar a los hijos no poseen ningún
diploma que los acredite para ejercer tal función. Todo
esto nos exige a los padres una mayor preparación como
educadores. Es en éste contexto donde alcanza especial
relieve la educación de la voluntad de la cual
hablaremos en el próximo artículo.
Lic. Rosa Elena Ponce V. |