Esa etapa del desarrollo tan especial e importante
Conviene tener en cuenta que…
La
edad cronológica de la adolescencia puede variar.
Hablamos de 12 años en adelante, pero puede ser distinto
para cada persona.
No
hay adolescencia, sino adolescentes. Existen
personas concretas de carne y hueso, con peculiaridades
y circunstancias de todo tipo.
No
existen dos adolescentes iguales. Cada persona vive
la adolescencia de una manera peculiar, por tanto los
problemas y las soluciones son distintos en cada caso.
No
hay recetas. Cualquier cosa que se afirme tiene
mucho de ensayo, validada por la experiencia de muchas
personas, pero sin pretensiones de exactitud matemática.
La
adolescencia no es una enfermedad. Es una etapa
necesaria para madurar, para adentrarse en el mundo,
para desarrollar la personalidad.
El
adolescente sufre y hace sufrir. Acepte ese hecho, que será la mejor preparación para sobrevivir y poder
ayudar.
Distinguir
mis problemas de sus problemas. En todo momento debe
saber diferenciar los diversos problemas que se
presentan. La mayoría son del adolescente. Sólo serán
suyos si los acoge como tal. No se lo aconsejamos.
Características psicológicas de los adolescentes
La etapa de la adolescencia implica una serie de cambios de
la estructura psicológica del individuo, que se pueden
resumir de la siguiente manera:
1. Descubrimiento de la propia identidad. El adolescente intuye
y descubre que “él” es “el”, no otro. Distinto a
cualquier otra persona.
2. Ambivalencia entre infancia y madurez. Se descubre a sí
mismo con rasgos de adulto y rasgos de niño.
3. Inseguridad ante la ambigua realidad. Como consecuencia de
lo anterior aparece en el adolescente una gran
inseguridad en sí mismo.
4. Máscaras. Para disimular la inseguridad necesita protegerse,
para lo cual usa máscaras de comportamiento, que impiden
a los demás darse cuenta de la realidad. Esto es un
mecanismo inconsciente.
5. Agresividad, como máscara, para proteger la inseguridad.
6. Rebeldía, otra máscara. Cada adolescente tiene una forma
distinta de ser agresivo. A veces con violencia verbal o
de comportamiento y otras en forma de ensimismamiento.
7. Necesidad de llamar la atención. Narcisismo. Como
manifestación del descubrimiento de su propia realidad.
Quiere decir a todo el mundo “yo soy yo”.
9. El amparo al grupo. La identidad grupal. El grupo
proporciona refugio a la inseguridad personal y da
fortaleza ante la amenaza de los adultos.
10. Conocer los límites. La mayoría de los comportamientos de
los adolescentes obedecen a una razón: saber cuáles son
los límites de los adultos, por eso los someten a prueba
haciendo cosas disparatadas.
¿Cómo tener un hijo adolescente...y ser feliz?
No
se considere agraviado por lo que los adolescentes
hagan: no es nada personal... es simplemente su crisis.
No
tome los problemas de sus hijos como propios: deje que
él maneje su vida y tome sus decisiones. Pero exíjale
que éstas no afecten a los demás.
Establezca
con su hijo (gano-ganas) los límites y normas necesarias
para vivir en armonía.
Si
su hijo tiene un problema serio, ayúdele, pero no se
amargue usted la vida: no añada un problema a otro
problema.
No
se puede “obligar” a nadie a ser bueno: hay que venderle
la idea y ayudarle con ideas y con acompañamiento.
El
bien de la familia está antes que el bien del
adolescente. Conviene, sin embargo, conseguir las dos
cosas.
Desconcierte
-de vez en cuando- a su hijo. No sea tan predecible que
su hijo/a sabe siempre qué esperar de usted.
No
tome decisiones sobre la marcha, ni acepte hechos
cumplidos. Calma, paciencia, reflexión…y después actuar
con firmeza.
Si
usted se sale de casillas, su hijo lo manipula y lo
domina, ganó la batalla.
Tenga
un interés real y genuino por las cosas del adolescente.
Lic. Rosa Elena Ponce V. |