Existe hoy en día un elevado número de parejas que
tienen problemas en su relación, llegando a ser causa de
numerosas rupturas. Veremos el porqué de estos
conflictos y cómo mejorar la relación de pareja.
Dra. Trinidad Aparicio Pérez, Universidad
de Granada
Diversas etapas
En toda
relación de pareja el amor pasa por una serie de etapas,
que van desde el amor pasional y enamoramiento hasta la
madurez.
Sin
embargo, a lo largo de este periodo las crisis aparecen
en algunos momentos, esto es muchas veces inherente a la
convivencia, y también a los malos entendidos. Es el
empeño y el esfuerzo por parte de los dos, lo que hace
que estas situaciones difíciles se superen y mejore la
convivencia.
¿Por qué se producen los conflictos?
Las
crisis en la pareja, en muchas ocasiones son la causa de
muchas rupturas. Son muchos y variados los motivos que
producen crisis en toda relación:
*
Falta de interés por la vida del otro. A veces uno de los componentes de la pareja se
vuelve egoísta, está metido en sí mismo, solo busca
satisfacer sus necesidades y deseos y no se preocupa por
las de su pareja.
*
A veces
uno tiene la sensación de que no recibe del otro la
misma cantidad de afecto que el o ella está dando,
en este caso se puede llegar a vivir la relación como
injusta.
*
Creer
que una vez se ha conquistado al otro u otra ya nunca se
irá de nuestro lado, y se dejan de hacer esfuerzos
por resultar atractivos e intentar cuidar de la relación
día a día, se descuidan los detalles, la comunicación,
el diálogo, etc.
*
Descargar el
mal humor y los malos momentos en el otro.
*
Problemas de comunicación. Es decir, no saber como expresar sentimientos tanto
positivos como negativos, no saber escuchar, no resolver
problemas que afectan a los dos, etc.
*
Pretender que el otro adivine nuestros pensamientos y deseos.
Esto es difícil si no se expresa abiertamente.
¿Cómo mejorar la vida en pareja?
En
primer lugar es fundamental tener una predisposición
a superar cualquier dificultad. No huir de los problemas
e intentar afrontar todas las dificultades juntos.
Aceptar al otro
como es, asumir que nadie es perfecto y sobre todo, no
intentar cambiarle. A veces dedicamos mucho tiempo
intentando que el otro u otra cambie, y esto es un error
ya que nadie puede cambiar a nadie hasta que tome esa
determinación de hacerlo, pero nunca por imposición.
Buscar actividades comunes
para compartir. Esto no quiere decir que haya que estar
siempre juntos, ni renunciar a los propios gustos en
beneficio de los de otro, pero si tener proyectos e
ilusiones comunes. De esta forma se acaba con la rutina
y el aburrimiento que a veces llevan a la pareja a
necesitar llenarse de ilusiones al margen del otro. Esto
es en definitiva, desarrollar esa capacidad de aportar
novedades a la relación.
Cuando
se tiene un mal día, no se debe descargar el mal
humor sobre la pareja. Si intuimos que va a ser así,
tal vez sea mejor que nos tomemos un tiempo para estar a
solas, reflexionar y dejar que pase ese mal humor.
Poner
interés en atender las necesidades del otro. La
mayoría de las parejas tienen dificultades porque se
preocupan más de atender sus propios intereses y deseos
aunque ello suponga desatender a la pareja.
Expresar sentimientos positivos,
es decir, valorar y reconocer al otro, expresar elogios,
sentimientos de afecto, resaltar sus éxitos. A veces las
parejas se acostumbran demasiado pronto a lo bueno que
puede estar ofreciéndole una determinada relación,
llegan a verlo normal y no saben apreciar ni observar lo
bueno que hay en el otro. Es importante no solo
apreciarlo sino también reconocerlo y en ocasiones
comunicárselo al otro.
Lic. Rosa Elena Ponce V. |