¿Tu niñ@ es de l@s que al despertar se levanta con un
humor de perros? Esto te puede interesar.
Si
tu hij@ es de los que se levantan por la mañana, o
después de una siesta de un humor de perros -
contestando mal a todo el mundo, totalmente inactivo y
con ganas de asesinar a media humanidad - deberás
revisar, los posibles focos de este malestar, antes de
que la familia entere se encuentre en una batalla
campal, ya que ésta, suele ser una actitud contagiosa.
Normalmente esta forma de despertar, se suele deber a
tres factores:
1.-
No ha descansado lo suficiente, analiza cuantas
horas reales duerme, no a qué hora se acuesta y a cual
se levanta. Piensa que hasta los doce años deben dormir
alrededor de diez horas para estar descansados y poder
afrontar su frenética rutina con buena actitud.
2.-
Asegúrate de que no está pasando por un mal momento.
Los niños al igual que los adultos tienen sus problemas,
puede que esté pasando por una situación difícil, que
esté afectando a su sueño. Aprovecha cualquier otro
momento del día, no el del desayuno, para charlar con él
o ella. Puedes llevártel@ a ver escaparates, y cuando
esté receptiv@, pregúntale por su profesor, con qué
amigos ha jugado hoy en el recreo, por su colección de
cromos. Si no hay nada que te llame la atención,
investiga hablando con sus profesores, con sus amigos,
incluso en función de su edad con las madres de sus
amigos, hay veces que se lo cuentan a ellos antes que a
ti.
3.-
Fíjate también si por su edad, puede estar pasando una
época de miedos o pesadillas. Si es así, intenta
poner medios como dejar la luz del pasillo encendida
hasta que se duerma, contarle un cuento relajante antes
de dormir, que te cuente la pesadilla y terminarla
juntos con un final creíble pero en el que el puede
vencer la situación,...
4.-
Es un hábito y se ha acostumbrado a levantarse de
mal humor.
Sea
cual sea el problema de tu hij@, hay que ayudarle a
cambiar esta manera tan desagradable de levantarse, que
termina poniendo de mal humor a toda la casa. Aquí te
presentamos unas pautas a seguir para que puedas cambiar
esta mala costumbre:
·
Da
ejemplo, aunque te cueste la misma vida, tu debes
ser el primero que se levante de buen humor, quizá
necesites un tiempo extra. Pon tu despertador media hora
antes para que cuando llegue la hora de levantarles a
ellos ya estés despejado y activo.
·
Vigila
la hora de acostarse. Lo primero a modificar será
la hora de dormirse. Es fundamental que duerman el
tiempo suficiente, sino no servirán de nada el resto de
las pautas porque se levantarán cansados, y su organismo
pedirá más horas de descanso.
·
Despiértale suavemente, no dejes que se levante con el
tiempo justo, dale un margen de cinco o diez minutos,
para despertarse y holgazanear en la cama, incluso para
hacerle unos mimos hasta que este plenamente despierto.
·
Antes
de acostarse, dejad todo preparado para el día
siguiente, su cartera, deberes, ropa, ...
·
Habla
con él e intenta sin culparle, que entienda, que a todos
nos cuesta levantarnos, pero que nos esforzamos para que
toda la familia tenga un buen ambiente y que de él,
esperáis lo mismo.
·
Nunca
aceptes que él es así y que no hay nada que hacer.
Entonces le estarás dando tu bendición, para que se siga
portando de la misma manera por las mañanas.
·
El
primer día que se produzca un pequeño cambio, aunque
dure cinco minutos, agradéceselo y dile lo orgulloso que
te sientes de su esfuerzo.
Piensa,
que hablar con tus hijos es la mejor base de una buena
educación, y que en la mayoría de los casos, el desayuno
es uno de los pocos momentos en los que nos podemos
reunir toda la familia. Es preferible que todos
madruguemos un poquito más y que delante de un buen
desayuno cada uno pueda comentar el día que le espera.
Lic. Rosa Elena Ponce V. |