Algunas enseñanzas del libro de Robin. S. Sharma
El secreto de la
felicidad es simple: averigua que es lo que te gusta
hacer y dirige todas tus energías en esa dirección.
Haciendo esto la abundancia inundará tu vida y todos tus
deseos serán satisfechos sin esfuerzo.
Si analizas a las
personas más felices, saludables y satisfechas del
mundo, verás que todas han encontrado cuál era su pasión
y luego se han dedicado a perseguirla. Esta vocación
suele ser casi siempre la de servir a los demás.
Tu pasión debe
mejorar la vida de los demás o servirla de alguna manera.
Víctor Frankl escribió: “El éxito, como la felicidad, no
deben perseguirse, sino seguirse. Y eso solo es posible
como efecto secundario de la dedicación personal a una
causa mejor que uno mismo.”
Primero descubre cual
es la misión de tu vida, así despertarás cada
mañana con una reserva ilimitada de energía y
entusiasmo. Todos tus pensamientos estarán concentrados
en tu objetivo. No tendrás tiempo para perder el tiempo.
Automáticamente borrarás el hábito de preocuparte y te
volverás mucho más eficaz y productivo.
Los que se levantan
temprano tienen un objetivo sus prioridades los
impulsan y dado su entusiasmo y amor por lo que hacen
en la vida saben vivir el presente. Esas personas
son los individuos más vitales que hayas tenido la
suerte de conocer.
La fatiga domina las
vidas de quienes viven sin rumbo y sin sueño. Cuando
aprendas a concentrar tus pensamientos en el presente,
tu energía no conocerá límites.
La calidad de la vida
viene determinada por la calidad de los pensamientos.
No existen errores,
sólo las lecciones.
Considera los reveses como oportunidades de expansión
personal y crecimiento espiritual.
El propósito de la
vida es una vida con propósito.
Definir claramente tus prioridades en cada aspecto de tu
vida te ofrece una orientación y refugio en tiempos
difíciles. Ante todo debemos saber a donde ir.
El descubrir y luego
llevar a cabo la meta de tu vida te proporciona una
satisfacción grande y duradera.
Continuará
Lic. Rosa Elena Ponce V. |