¿Estás esperando a tu primer bebé? Esto te ayudará
Autor: Ramón Muñiz Abad
¿Cómo
explicarle
las cosas
a alguien que es nuevo en éste mundo, no sabe para qué
sirve cada cosa y encima y todo, no entiende tus
palabras porque no sabe lo que es una palabra?
Si te sorprende ésta pregunta seguramente
no hayas tenido aún que enfrentarte a un bebé: ahí
estás, tu y esa maravilla que mide cuarenta y cinco
centímetros, y tu eres el adulto, es decir, “el que
sabe” manejar la situación, porque si no sabes enseñarle
tu, ¿quién va a hacerlo? La naturaleza es muy sabia pero
necesita de nuestra colaboración.
Obsérvale.
Eso es lo primero que hay que hacer para ayudar a
nuestro bebé a que desarrolle sus capacidades. ¿Qué es
lo que le gusta? ¿Qué le asusta? ¿En quién se fija más?
Saber éstas cosas y cómo utilizarlas es la clave de todo
en esta etapa.
Un ejemplo:
el otro día hablé con las madres de dos preciosos bebés:
Daniel y Javier se llaman. A Javier, como era el más
“adulto” (tiene ya 20 meses), le habían regalado un
triciclo hace varias semanas, pero, según decía su
madre, no había forma de que el pequeño le tomase
confianza al juguete y se subiera sin ayuda. Así que con
un poco de pena los padres habían decidido que si el
otro bebé sabía aprovechar el juguete se lo regalarían a
él. Aunque tiene tres meses menos, Daniel es un bebé muy
atrevido, y en cuanto vio el triciclo se subió a él y
empezó a moverse. La sorpresa vino cuando
Javier, al ver como su amigo jugaba sin
miedo en el triciclo, se acercó al juguete y no paró
hasta subirse por primera vez él solito.
Ya unas semanas antes los padres de
Javier se dieron cuenta de que su pequeño prefería tomar
su leche en el vaso entrenador desde el momento en que
vio como su amigo lo hacía de esa forma.
Seguramente al observar a tu bebé habrás
visto reacciones parecidas.
Una de las maneras en que los más pequeños se van
desarrollando es esa. Ven un ejemplo y lo imitan. Es una
manera de asimilar algo que les impactó, un estimulo,
es decir, algo que desde fuera despierta su interés y
energías para que aprendan o superen algo. Esa es
una forma sencilla de comunicarnos con nuestro bebé, de
animarle a intentar cosas.
Los estímulos son un lenguaje
completamente nuevo para nosotros, que siempre estamos
acostumbrados a comunicarnos con palabras. Por ello
el bebé supone un gran reto personal: tenemos que
ponernos a su altura para que nos entienda, saber
qué dice con su mirada, cómo hacer que nos imite un
gesto, una palabra, un tono, una actitud... se trata de
seguir jugando y riendo con él, pero al divertirnos
juntos tenemos que estar abiertos y atentos para
aprender de él su lenguaje, su forma de decir las cosas.
Así nos comprenderemos y sentiremos aún mejor con
nuestro niño.
Continuará
Lic. Rosa Elena Ponce V. |