Tomado
de Advocates for Youth
En
la adolescencia, la mayoría de los niños se identifica
con su sexo. A medida que pasan por cambios físicos y
sexuales espectaculares, prefieren discutir sus
inquietudes con el padre del mismo sexo. O sea, si saben
que se le puede hablar de esto, por supuesto
"Siempre he tenido una relación muy íntima con mi hijo
Jaime", cuenta una madre. "Hablábamos de todo, incluso
del sexo. Yo me sentía de veras muy orgullosa de poder
comunicar con él sobre el sexo de una manera tan franca
y abierta, desde muy chiquito. El padre de Jaime casi no
participaba en aquellas conversaciones."
"Así
que me quedé sorprendida y—tengo que admitir—algo
molesta
cuando Jaime empezó a confiarse más a su papá. Ahora,
cuando se trata de cuestiones del sexo, siempre le habla
a él. No sé qué he hecho o dicho que lo desanimó."
Lo
que pasa es que Jaime es un adolescente típico,
gravitando hacia su padre, sobre todo cuando se trata de
sexualidad. Eso no significa que la opinión de su madre
ya no cuenta. No hay que dejar de darle apoyo y hacerle
saber que puede contar con Ud., la madre. Pero hay que
respetar el hecho que en este período de su vida Jaime
se sienta más a gusto discutiendo "cosas de hombre" con
su papé. Eso es la oportunidad para ellos de desarrollar
la intimidad y la confianza que Ud. tuvo con su hijo por
muchos años.
¿Y
qué con un joven criado por una madre soltera? Muchos
padres que no tienen esposo o esposa admiten que las
cuestiones sobre la sexualidad son algo incómodas. Tales
padres deberían de pedir ayuda de familiares del sexo
opuesto que podrían sustituirse al padre ausente.
Si
los padres atienden con cuidado a esas necesidades
especiales de sus adolescentes,
podrán tener una buena
comunicación, enseñar hechos y transmitir sus valores
familiares mientras estén ayudando a
sus hijos a
sentirse
cómodos y confiados
con sus nuevos cambios sexuales.
Vínculos especiales
"Entiendo ese asunto de necesitar a alguien del mismo
sexo que les dé el buen ejemplo a los jóvenes. Lo que
no entiendo,
y francamente me preocupa, es este vínculo tan fuerte
que Ricardo tiene con su maestro de matemáticas. ¡Está
casi enamorado
de este tipo!
¿Es normal eso?"
Eso
probablemente no quiere decir que Ricardo es homosexual,
si es lo que pensaba.
Es común a esa edad
desarrollar un vínculo fuerte con una persona del mismo
sexo que tiene en su vida: un maestro o
un compañero de clase, alguien a quien admiran y
respetan mucho, a quién se quieren parecer. Tal amistad
les da el sentido de ser aceptados y comprendidos sin
condiciones.
Esta
relación especial hace que quieran pedir consejo o
compartir lo más profundo de si mismos con esa persona.
A veces quieren pasar todo su tiempo con él o ella y
se pueden poner
celosos si la relación cambia.
Tales sentimientos pueden causar mucha confusión en un
joven y en sus padres. Si se está preocupando de este
vínculo o si le parece que su hijo tiene dudas sobre
eso,
háblele. Es bueno definir con su hijo en
que consiste una amistad saludable. Hable de la
importancia del respeto y de la honestidad en las
relaciones: ser franco, evitar la manipulación, la
dominación, los motivos penosos. La amistad ¿es
gratuita?, sin tratar de sacar provecho el uno del otro.
Si no es el caso, hay que reconsiderarla.
Los
adolescentes tienen muchas dudas escondidas sobre su
identidad sexual.
Hablen con su hijo para ayudarlo a entenderlas pero
siempre respetando su intimidad y para eso se deberá
crear previamente un clima de confianza para que él se
acerque a ustedes y les plantee sus dudas. No lo olvide
en esta edad lo más importante es no romper el
diálogo en un clima que lo invite a acercarse a
ustedes.
Lic. Rosa Elena Ponce V. |