Colaboración: Fernando Trejo
Tomado del
libro: El Esclavo de Francisco J. Ángel Real
¿Tú de
qué eres esclavo?
¿De las
heridas que recibiste cuando eras pequeño?, ¿de tus
traumas de la infancia?, ¿de lo que alguien más decidió
que fueras?, ¿de una relación que no te satisface?, ¿de
un trabajo que no disfrutas?, ¿de la rutina de tu vida?
¡Ya
libérate! ¡tira ya ese costal que llevas en la espalda
en el guardas el resentimiento, el rencor y la culpa.
Deja ya de culpar a otros y a tu pasado por lo que no
marcha bien en tu vida. Cada día tienes la oportunidad
de empezar otra vez. Cada mañana, al abrir los ojos,
naces de nuevo, recibes otra oportunidad para cambiar lo
que no te gusta y para mejorar tu vida. La
responsabilidad es toda tuya. Tu felicidad no depende de
tus padres, de tu pareja, de tus amigos, de tu pasado,
depende solo de ti.
¿Qué es
lo que te tiene paralizado?, ¿el miedo al rechazo?, ¿al
éxito?, ¿al fracaso?, ¿al que dirán?, ¿a la crítica?, ¿a
cometer errores?, ¿a estar solo?
¡Rompe
ya las cadenas que tu mismo te has impuesto! A lo único
que le debes tener miedo es a no ser tú mismo, a dejar
pasar tu vida sin hacer lo que quieres, a desaprovechar
esta oportunidad de mostrarte a otros, de decir lo que
piensas, de compartir lo que tienes. Tú eres parte de la
vida y como todos, puedes caminar con la frente en alto.
Los errores del pasado ya han sido olvidados y los
errores del futuro serán perdonados. Date cuenta de que
nadie lleva un registro de tus faltas, solo tú mismo.
Ese juez que te reprocha, ese verdugo que te castiga,
ese mal amigo que siempre te critica, ¡eres tú mismo! Ya
déjate en paz, ya perdónate, sólo tú puedes lograrlo.
¿Cuándo
vas a demostrar tu amor a tus seres queridos?, ¿Cuándo
te queden unos minutos de vida?, ¿Cuándo les queden a
ellos unos minutos de vida?
El amor
que no demuestres hoy, se perderá para siempre. Recuerda
que la vida es tan corta y tan frágil que no tenemos
tiempo que perder en rencores y estúpidas discusiones.
Hoy es el día de perdonar las ofensas del pasado y de
arreglar las viejas rencillas. Entrégate a los que amas
sin esperar cambiarlos, acéptalos tal como son y respeta
el don más valioso que han recibido: Su libertad.
Disfruta de tus relaciones sin hacer dramas. Si
pretendes que todos hagan lo que tú quieres o que sean
como tú has decidido, si pretendes controlar a los que
te rodean, llenarás tu vida de conflicto. Permite a
otros que tomen sus propias decisiones como has de
tomar las tuyas, tratando siempre de lograr lo que es
mejor para todos. Así podrás llenar tu vida de armonía.
Y por
último, ¿Qué estás esperando para empezar a disfrutar de
tu vida? ¿Que se arreglen todos tus problemas?, ¿Que se
te quiten todos tus traumas?, ¿Que por fin alguien
reconozca tu valía?, ¿Que llegue el amor de tu vida?,
¿Que regrese el que se fue?, ¿Que todo te salga como tú
quieres?, ¿Que se acabe la crisis económica?, ¿Que te
suceda un milagro?, ¿Que por arte de magia todo sea
hermoso y perfecto?
Continuará
Lic. Rosa Elena Ponce V. |