Colaboración: Fernando Trejo
Tomado del
libro: El Esclavo de Francisco J. Ángel Real
¡Despierta
ya hermano!, ¡Despierta ya hermana!, ¡Esta es la vida!
La vida
no es lo que sucede cuando todos tus planes se cumplen,
ni lo que pasará cuado tengas eso que tanto deseas. La
vida es lo que está pasando en este preciso instante. Tú
vida en este momento es leer este párrafo, donde quiera
que lo estés haciendo y con las circunstancias que te
rodean ahora. En este momento tu corazón lleva sangre a
todas las células de tu cuerpo y tus pulmones llevan
oxígeno a donde se necesita. En este momento algo que no
podemos comprender, te mantiene vivo y te permite, ver,
pensar, expresarte, moverte, reír, ¡hasta llorar si
quieres!
No te
acostumbres a la vida, no te acostumbres a despertar
todos los días y estar aburrido, o malhumorado, o
preocupado. Abre tus ojos y agradece todas las
bendiciones que puedes ver, agradece tu capacidad de oír
el canto de los pájaros, tu música preferida, la risa de
tus hijitos. Pon tus manos en tu pecho y siente tu
corazón latir con fuerza diciéndote: “Estás vivo, estás
vivo, estás vivo”.
Yo se
que la vida no es perfecta, que está llena de
situaciones difíciles. Tal vez, así es como se supone
que sea. Tal vez por eso se te han brindado todas las
herramientas que necesitas para enfrentarla: Una gran
fortaleza que te permite soportar las pérdidas, la
libertad de elegir como reaccionar ante lo que sucede,
el amor y el apoyo de tus seres queridos.
Se
también que tú no eres perfecto, nadie lo es. Y sin
embargo, millones de circunstancias se han reunido para
que existas. Fuiste formado a partir de un diseño
maravilloso y compartes con toda la humanidad sus
virtudes y defectos. Así está escrito en tus genes, en
los genes de todos los seres humanos que han existido y
en todos los que existirán.
Tus
pasiones, tus miedos, tus heridas, tus debilidades, tus
secretos y tu agresión, los compartes con todos tus
hermanos. ¡Bienvenido a la raza humana! Esos supuestos
defectos son parte de tu libertad, parte de tu
humanidad.
Si te preguntas ¿Quién soy yo para decirte todo esto? Te
contestaré que no soy nadie, soy simplemente una versión
diferente de lo que tú eres. Otro ser humano más entre
miles de millones, pero uno que ha decidido ser libre y
recuperar todo el poder de su vida………Espero que tú
también decidas hacerlo.
Lic. Rosa Elena Ponce V. |