Por Jessica Williams
Si eres madre de un bebé, seguro que haz pensado en cuando tu niñ@ estará
list@ para usar el inodoro. Apuesto que has escuchado 50
diferentes opiniones al respecto. O quizá tu abuela, tu
cuñada o la recepcionista de tu doctor te han dicho que
tu pequeñ@ ya está muy grande para los pañales y te
sientes presionada para hacer algo. ¡No eres la única!
Pero vamos a aclarar algo inmediatamente: Si fuerzas a
tu niño a entrenarse antes de que él este listo, podrías
terminar con problemas más grandes. Te diré por qué en
un momento.
Si tus amigas o familiares no te han hablado sobre el tema seguro que has
visto algún aparato o programa. Un programa sugiere
convertir el ir al baño en un juego, motivando al
pequeño a que le de a blancos en el inodoro. Otro trata
de conquistar el miedo de caerse dentro del agua. Pero
todos estos juegos y aparatos pudieran dar la impresión
de que la única forma de entrenar a tu pequeño es usando
estos productos.
Pero más allá de estos inventos (que según me dicen algunos, funcionan
maravillosamente) hay una formula básica que debe de
aplicarse antes de que ellos dejen de usar por completo
los pañales.
Control físico + preparación emocional =
Niño Entrenado.
Eso es todo. Ahora, antes de que te pongas escéptica, déjame explicar
cómo funciona (y déjame darte algunos consejos para la
próxima vez que la abuela diga que el niño ya tiene que
estar entrenado.)
Control
Físico
El
control es muy importante cuando viene el entrenamiento.
No, no estoy hablando de controlar a tu niño, sino al
control que tu niño tiene con su vejiga e intestino.
Para darte una idea de por qué es difícil para los niños
controlar sus cuerpos, vamos a hablar brevemente sobre
el proceso básico de eliminación. Cuando tienes que ir
al baño, sientes algo que te dice ya es hora. Algunas
personas lo saben con tiempo otras al último momento.
Cuando tu sientes eso ya sabes lo que quiere decir
porque entiendes lo que tu cuerpo te está diciendo y
porque llevas tanto tiempo haciéndolo que ni te das
cuenta que estás controlando a tu cuerpo hasta que
puedas llegar al baño.
Continuará
Lic. Rosa Elena Ponce V. |