Conoce los valores que hacen posible forjar verdaderas y
perdurables amistades
Generosidad
Lo importante de este valor es hacer lo posible por
otorgar nuestro tiempo, recursos, conocimientos y
cualidades cuando los demás lo necesiten, donde no
importa si piden o no nuestra intervención. Muchas veces
esperamos que nuestros amigos estén a nuestra
disposición y lo demuestran con hechos; pero en
ocasiones, por distracción o simple comodidad no
correspondemos de la misma manera, ¿no es esto una forma
de aprovechar y utilizar la amistad en beneficio
personal?
La generosidad no tiene barreras, pues los amigos dan su
persona desinteresadamente y sin límites: están
pendientes de las preocupaciones y necesidades;
acompañándose en la enfermedad o en los malos momentos;
gozan de los triunfos y las alegrías, sin el sentimiento
mezquino de la envidia; la generosidad se extiende a las
cosas materiales, la ayuda para reparar el auto...
Lealtad
No hay riqueza más valiosa que un buen amigo seguro. Ser
leal supone ser persona de palabra, que responda con
fidelidad a los compromisos que la amistad lleva
consigo; los amigos nobles no critican, ni murmuran, ni
traicionan una confidencia personal y siempre se
encuentra veracidad en sus palabras. Son verdaderos
amigos quienes defienden los intereses y el buen nombre
de sus amigos.
Ser leal también es hablar claro y ser franco; la
lealtad también se demuestra al corregir a un amigo que
se equivoca.
Agradecimiento
Un pequeño detalle de agradecimiento fortalece nuestra
amistad significativamente, no pensemos en objetos,
devolver el favor en la misma proporción o cualquier
cosa extraña, entre los amigos basta dar las gracias
sinceramente como reconocimiento a la ayuda que hemos
recibido. Pero hay que decirlo.
Debemos tomar en cuenta que los pequeños detalles son
espontáneos y representan verdaderas muestras de afecto,
pero nunca deben aparecer como “pago” al beneficio que
desinteresadamente recibimos, pues los obsequios,
invitaciones y otros detalles, son elementos naturales
de una amistad.
Los verdaderos amigos siempre nos ayudarán a superarnos
y a vivir mejor, porque el interés está puesto en la
persona, no en sus pertenencias, posición o lo divertido
que pueda ser. La confianza, el consejo oportuno sobre
las buenas costumbres, hábitos, diversiones o el orden
de nuestros afectos, constituyen muestras claras de
aprecio, compromiso y responsabilidad.
Los valores nos ayudan a encontrar nuevos amigos y
mejores amistades, porque nuestra actitud es franca y
abierta para todas las personas. Ser un “mejor amigo” no
es un objetivo para buscar el reconocimiento o alimentar
nuestra vanidad, es una forma de elevar la calidad de
las relaciones humanas con nuestro ejemplo.
Lic. Rosa Elena Ponce V. |