“Yo puedo hacer lo que tu no puedes, tú puedes hacer lo que yo no puedo, juntos podemos hacer algo hermoso para Dios” Madre Teresa de Calcuta   Si Necesitas alguna ayuda urgente, comunicate con nosotros    ayuda@emergencia.org.mx

            

www.emergencia.org.mx           Nov. 13, 2007    Boletín No. 431


 

 

 

 

La tristeza y la depresión infantil y juvenil. Parte II

Mª Ángeles Pérez Montero y Francisco Javier Rodríguez Laguía

La DEPRESIÓN se puede definir como una situación afectiva de tristeza mayor en intensidad y duración que ocurre en un niño. Es una enfermedad causada por la condición depresiva persistente interfiriendo con la habilidad de funcionar del niño o adolescente.

Existe mayor riesgo de padecerla en niños y adolescentes que viven con mucha tensión o que han experimentado una pérdida traumática. También hay riesgo en niños que tienen desórdenes de la atención del aprendizaje o la conducta. Decíamos que es importante observar la conducta, o más bien, el cambio en la conducta para detectar posibles anomalías. Si un niño o adolscente deja de jugar con sus amigos para pasar más tiempo sólo; si las cosas que le gustaban ya no le interesan o incluso si se empieza a portar mal en casa o en la escuela debemos dialogar de modo amigable con él para compartir lo que está experimentando y ayudarle.

Existen algunos síntomas que nos pueden dar la clave ante una depresión: tristeza, irritabilidad, anhedonia (pérdida del placer), llanto fácil, falta del sentido del humor, cambios en el sueño, baja autoestima, sentimiento de no ser querido, cambios de apetito y peso, hiperactividad e ideación suicida.

Además de los anteriores síntomas también pueden observarse conductas como las siguientes:

 1. Quejas frecuentes de enfermedades físicas como dolor de cabeza y estómago.

 2. Deterioro en los estudios o faltas en la escuela.

 3. Falta de energía y aburrimiento persistente.

 4. Concentración pobre.

 5. Desesperanza.

 6. Pérdida de interés en sus actividades favoritas; o inhabilidad para disfrutar de las actividades favoritas previas.

 7. Aislamiento social, comunicación pobre.

 8. Sensibilidad extrema hacia el rechazo y el fracaso.

 9. Aumento en la dificultad de relacionarse, coraje u hostilidad.

10. Cambios notables en los patrones de comer y de dormir.

11. Hablar de o tratar de escaparse de la casa.

El diagnóstico y tratamiento temprano es esencial ya que es una enfermedad real que requiere tratamiento y ayuda profesional. Algunos niños y adolescentes admiten cuando se les pregunta si están tristes o si son infelices. De ahí la importancia de la familia para recoger las inquietudes emocionales de los hijos y como decíamos al principio, fomentar el clima apropiado para expresar sentimientos o estados de tristeza y poder afrontarlo.

Continuará

    Lic. Rosa Elena Ponce V. 

Brinco al inicio

 

PARA CUALQUIER EMERGENCIA

Esto es un Servicio Social, No tiene ningún costo para ti

Escribe a   ayuda@emergencia.org.mx   o  visítanos en:

Trasviña y Retes No. 3701-D

Col. San Felipe   Chihuahua, Chih.   C.P. 31240

Tels. (01-614) 413-0262 y 413-4073

Alta     Baja     Histórico    Comentarios    Colaboraciones

 

 

 



Es usted el visitante No.