Tomado de La
Familia
Cuide su parte emocional y espiritual
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Ante todo pídale a Dios
que le dé fortaleza a usted y a su esposo para enfrentar
el dolor de la pérdida.
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Hable sobre el bebé y
sobre lo que siente con su cónyuge, familiares y amigos
para descargar las emociones contenidas. Cuando sienta
que está lista, reanude sus viejas amistades y busque
otras nuevas en forma separada y en pareja.
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Lea libros, artículos y
poemas que puedan ayudarla a entender mejor las cosas y
que le ofrezcan consuelo y la ayuden a sentirse menos
sola. Escribir puede ser una buena manera de canalizar
sus emociones.
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No guarde las cosas de
su bebé hasta que esté lista para ello. No hay reglas
fijas sobre cómo vivir el duelo. Pida apoyo o ayuda a su
parroquia para encontrar maneras en que su fe pueda
reconciliarse con la muerte de su bebé y para
recordarlo.
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Admitir cuando necesitan
ayuda, puede ser un gran alivio. No tenga miedo de
pedirla. Haga saber a familiares y amigos qué cosas
específicas pueden hacer por usted, como ayudarle a
cuidar a sus otros hijos o simplemente hacerle compañía.
Déjelos compartir su dolor. Asistir a un grupo de apoyo
de otras parejas que han perdido un bebé también puede
ayudarles a compartir sus sentimientos con otras
personas que entienden por lo que está atravesando.
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Si le parece que puede
resultarle útil, consulte al especialista en pérdidas de
seres queridos o haga terapia con un terapeuta
especializado en este tema.
Un portal de apoyo
El
Internet también ofrece apoyo a las parejas que pasan
por este duro proceso. El portal www.Firstcandle.org
(tiene versión en español) ayuda a superar el triste
proceso que sigue a la muerte de un bebé. Su misión es
ayudar a las diferentes familias a conocerse y a
compartir sus experiencias. En este sitio se realizan
entre otras actividades conferencias, “en línea” sobre
el tema.
Lic. Rosa Elena Ponce V. |