Tomado de Somos Padres
Como
libros en blanco. Así se suele decir que venimos al
mundo; dispuestos a escribir cada uno una vida
diferente. Sin embargo eso de que nacemos sin memoria no
es del todo cierto: ahora vemos en algunos programas
sesiones de hipnosis en las que te hacen recordar cómo
fue tu parto; y antes de eso ya estaba esa vieja
recomendación que ha pasado de unas madres a otras, la
de ponerle música al bebé cuando está en la barriga.
Por
todo ello hay ahora muchos científicos intentando saber
cómo funciona realmente la memoria de los bebés. ¿Cuándo
empiezan realmente a escribir su libro de recuerdos?.
Por lo
pronto, y como en tantas otras veces, la ciencia ha
demostrado ya lo que el resto de mortales sin bata ni
laboratorio intuíamos: que la música amansa a las
fieras. La Universidad de Leincester (Gran Bretaña) cogió a 14 madres y les puso a escuchar
música durante los últimos 3 meses de embarazo. Más
tarde, cuando los bebés habían nacido y ya tenían un
año, los volvieron a llevar al laboratorio para escuchar
aquellas mismas canciones por primera vez desde que
nacieron. También les pusieron otras para despistar,
pero el resultado fue que los niños preferían aquellas
canciones que habían oído durante el embarazo. No les
importaba si era reagge, pop, o música clásica, lo
importante era que las hubieran oído cuando estaban aún
en la placenta. Además, mientras otros bebés de la misma
edad se calmaban con solo oír música, estos que ya se
conocían las canciones se ponían aún más relajados.
Éste
descubrimiento ha llevado a que un cura, el padre Frank
Pavone, llegase a escribir que si el Rey Salomón tuviera
que decidir otra vez entre dos madres cuál es la
auténtica, en lugar de amenazarlas con partir el bebé
por la mitad, le bastaría con pedir que toquen la música
favorita de cada madre.
Predicaciones aparte, estos estudios demuestran que los
bebés, por lo menos en cuestión de sonidos, son capaces
de reconocer hasta un año después. Pero reconocer no es
lo mismo que recordar. Lo primero significa que una vez
que aparece algo que ya habías visto antes, lo
identificas, te acuerdas de que no es nuevo. Pero
recordar es acordarte de algo aunque no lo veas. ¿Nos
recuerda el bebé cuando no nos ve? ¿Y a los abuelos, que
vienen cada semana? Pues, la verdad es que reconocer,
reconoce nuestro olor, nuestra voz o nuestra cara; pero
no siempre son capaces de recordarnos, o por lo menos,
no a todas las edades.
Éste es
un tema que aún se está investigando, pero según parece,
hay dos tipos de memoria, una a corto plazo que nos
permite recordar lo que hemos hecho en el último día, y
la otra ya a largo plazo, que es la que de todo eso que
nos va pasando se queda con lo más importante. Pues
bien, según los experimentos de la Universidad de Harvard (Gran Bretaña), hasta que el bebé no cumple seis meses, no
empieza a desarrollar esa memoria a largo plazo, y lo
hace muy poco a poco. Es decir, que hasta los seis meses
los bebés solo recuerdan lo que les está pasando cada
día, pero después de 24 horas se olvidan.
Conclusión: los bebés viven al momento. Por eso cuando
son pequeñitos y les quitamos un juguete de la vista nos
miran con esa cara de susto. "¿Dónde está?" Y luego
cuando aparece estallan de alegría "Ah, ya ha vuelto".
Poco a poco van recordando las cosas, pero como hemos
visto, esa memoria no empiezan desarrollarla hasta los 6
ó 9 meses.
Precisamente una de las cosas que podemos hacer para
ayudarles en éste desarrollo es repetir todos los días
una serie de actos. Ir todas las mañanas a la guardería
y todas las tardes al parque... éstas rutinas van
haciendo que le sea más sencillo recordar lo que le pasó
ayer y anteayer por su conexión con lo que está pasando
hoy. El desarrollo de la memoria le va haciendo tener
más referencias para entender lo que pasa a su
alrededor.
Lic. Rosa Elena Ponce V. |