Trucos para ayudar a que tu pequeñ@
hable más y mejor
Rosa Bueno Masiá,
Psicologa-Logopeda Del Centro Estímuls
Desde
que nacen, nuestros hijos intentan relacionarse. Tratan
de hacerse entender, primero con llantos, y más tarde
con gorgojeos, sonrisas, gestos… poco a poco irán
desarrollando el mejor de los medios de comunicación: el
habla.
La
evolución del lenguaje varía mucho de unos niños a
otros, depende de sus propias capacidades y también de
la estimulación que reciba de su entorno (del que
nosotros somos parte fundamental). No se puede
establecer una fecha como inicio del lenguaje. Pero
suele considerarse dentro de la norma la aparición de la
primera palabra entre los 9 meses y los 18 meses. Muy a
grandes rasgos la evolución del lenguaje sigue la
siguiente pauta:
Alrededor de los 8-12 meses los niños balbucean, y
tratan de repetir más aquellos sonidos que se parecen a
las palabras que les decimos (“mamá”, “papá”, “auá”,
“pipi”...).
Entre
los 24-30 meses poseen un vocabulario expresivo más o
menos reducido pero que les permite hacerse entender. Ya
van comprendiendo órdenes sencillas sin apoyo visual,
aunque estén descontextualizadas.
A los
tres años repiten frases. Y a los cuatro años son
capaces de contar lo que les pasa.
¿Qué podemos hacer los padres para prevenir los problemas en el lenguaje
de nuestros hijos?
Pues
intentar que comprendan y hablen más. Esto hay que
hacerlo de forma espontánea y sencilla. Para ello lo
mejor es:
1.-
Aprovechar las experiencias de la vida cotidiana para
ayudarle a comprender más cosas.
2.-
Tomar siempre una actitud positiva, valorando las cosas
que el niño hace o dice, fomentando su curiosidad y su
interés por aprender. Cuando se equivoque se le
corregirá pero sin centrar la atención en sus errores,
si no al contrario, haciéndole ver sus progresos y
dándole el modo correcto.
ACTIVIDADES PARA CADA FASE DEL DESARROLLO INFANTIL
1.
DESDE EL NACIMIENTO: hacer
que atienda y recuerde cosas. Podemos captar su atención
con canciones de juego, siempre utilizando las mismas
canciones para que las recuerde y las asocie a las
actividades que hacemos con él cuando se las cantamos.
También es bueno colocarle un móvil de animales o
figuras en la cuna para que se fije en él.
2.
A PARTIR DEL PRIMER TRIMESTRE:
ya puede intentar imitar nuestros gestos y palabras.
Ésta es una actividad a la que es bueno dedicarle un
tiempo, observar al niño teniéndolo sentado en el
porta-bebé, o mejor entre nuestras manos con su cabeza
frente a la del adulto. Después hay que iniciar la
comunicación con él. Podemos cantarle suavemente,
repetir vocales, hacer gestos con los ojos o la boca, o
simplemente esperar e imitar sus propios gestos o
gorjeos, que también está muy bien.
3.
A PARTIR DE LOS 9 MESES:
logra identificar objetos, animales y personas. Lo hace
nombrándolos, señalando lo que más le atrae... Nosotros
podemos repetirle el nombre de esas cosas y esperar
pacientemente a que vaya formando la palabra en su
lenguaje.
4.
A PARTIR DE LOS 12 MESES:
puede comprender prohibiciones, órdenes y frases
habituales que empleamos con él. Cuando el niño se
acerque a tocar algo que no queremos que toque le
diremos en voz clara pero sin gritar no; entonces el
niño se detendrá y al cabo de unos segundos intentará
seguir tocándolo, pero nosotros le distraeremos con otra
cosa y repetiremos la negación cada vez que se acerque
al objeto.
5.
ENTRE LOS 20 Y LOS 24 MESES:
consigue identificar a animales y personas junto con las
acciones que desempeñan. Aparecen las primeras frases,
que no son más que la combinación de dos palabras.
Podremos estimularle utilizando libros, películas o
simplemente la vida cotidiana para hacer que se fije en
las acciones y los actores.
Continuará
Lic. Rosa Elena Ponce V. |