Trucos para ayudar a que tu equeñ@ hable más y mejor
Rosa Bueno Masiá, Psicologa-Logopeda Del Centro Estímuls
En
general hay que conseguir que el niño sienta la
necesidad de expresarse por medio de las palabras. Para
ello todos los que pasamos tiempo con él tenemos que
ayudarle. Nosotros los padres, pero también los abuelos,
tíos, hermanos, maestros...
Tenemos
siempre que hablarle, decirle cada cosa lo que es,
aprovechando su curiosidad. Entre los 18 y los 24 meses
empezará a decirnos “¿qué es esto?"; ahí nosotros
tenemos que responder de forma clara con el nombre del
objeto, y ponernos también a contarle sus cualidades,
para qué sirve, de qué esta compuesto...
Así
poco a poco iremos consiguiendo que el niño se sienta
rodeado de un mundo de palabras que ayudan a definir la
realidad. De este modo es como podemos conseguir que se
sienta motivado para verbalizar sus percepciones.
Les
proponemos ahora una serie de juegos que le ayudarán a
tener más atención y gusto por el lenguaje.
JUEGOS
PARA POTENCIAR EL USO DEL LENGUAJE (A partir de 24
meses)
Para
fomentar la comprensión oral se puede JUGAR A:
1.-
CUÉNTAME UN CUENTO.
Debes
leer un cuento sencillo y que atraiga al niño. Antes o
después de la lectura es bueno que comentes con él los
elementos del relato:
-
Quién
es el protagonista.
-
Dónde
se realiza la acción
-
Cuándo
se produce la historia
-
Y una
vez finalizada la lectura conviene hacer una
recapitulación de la historia para ayudar al niño a que
sepa ordenar bien las cosas en el tiempo: Primero
ocurrió que... Después ... Por último...
2.-POR
FAVOR AYUDA A PAPÁ (o a MAMÁ).
También podemos pedirle que colabore en alguna tarea:
preparar el desayuno, ordenar ropa en los armarios o
reparar algún electrodoméstico.
Nosotros le iremos explicando en cada momento lo que
está haciendo. Estas explicaciones contribuyen a ir
enriqueciendo su lenguaje y le enseñan cómo se
construyen bien unas frases, que cada vez irán siendo
más complejas. También se le pueden dar órdenes del
tipo: “Dame el suéter amarillo que está en el mueble
pequeño”. Teniendo en cuenta que cada vez se irán
ampliando las proposiciones de las órdenes. Por ejemplo:
§
"Dame
el suéter amarillo que está colgado en el mueble
pequeño".
§
"Dame
el suéter amarillo que está colgado en el mueble pequeño
y abróchale los tres primeros botones empezando por
arriba".
Ir
haciendo las frases más y más complicadas, pero siempre
en función de la atención que le pueda poner.
Continuará
Lic. Rosa Elena Ponce V. |