Trucos para ayudar a que tu equeñ@ hable más y mejor
Rosa Bueno Masiá, Psicologa-Logopeda Del Centro Estímuls
Para fomentar la expresión oral se puede JUGAR A:
1.-LAS
PALABRAS
Recurrimos a objetos que el niño conoce y jugamos a
decir su nombre.
Cogemos
tres juguetes los ponemos encima de una mesa, nos
sentamos enfrente de él y decimos el nombre de uno de
los juguetes. Él tiene que tocarlo y repetir su nombre.
Solo entonces le damos el juguete.
No hay
que insistir en la palabra. Esto es un juego, el juego
de hablar, y en él es importante esperar en silencio
hasta que el niño pueda contestar (si pasados unos
segundos no repite el nombre no insistimos y pasamos al
segundo objeto, pero no se lo damos).
2.-LA
LENGUA JUGUETONA
Este
juego lo podemos practicar en casa con toda la familia;
para ello sólo necesitamos un espejo de pared y un poco
de atención:
-
sacamos
la lengua
-
subimos
la lengua hacia la nariz
-
bajamos
la lengua hacia la barbilla
-
nos
lamemos las comisuras de los labios
-
hacemos
trompetillas con la lengua entre los labios
-
sacar y
meter la lengua rápido o lento
Podemos
hacer estos juegos como si fuesen de imitación.
- Mira lo que hago. ¿Tú puedes hacerlo?
Con
éstos sencillos ejercicios conseguimos estimular la
correcta articulación de los fonemas, que son los
sonidos de cada palabra. La lengua está formada por
varios músculos, lo importante es que el niño tome
conciencia de que puede hacer muchas cosas con ella
(incluso, y aunque no esté en el juego, hablar
correctamente).
3.-
YO SOPLO, TÚ SOPLAS
Cantamos la canción del cumpleaños y apagamos la llama
de una vela que cada vez pondremos más lejos (hasta
llegar a unos 50 centímetros del niño). Podemos hacer un rehilete y soplar para que se
mueva. También con medio vaso de agua, una popote y un
buen chorro de jabón líquido podemos hacer burbujas.
Con
éste tipo de juegos nuestro hijo irá dándose cuenta de
cuál es el tipo de respiración correcta (inspirar por la
nariz, con ayuda del diafragma, y espirar por la boca) y
tendrá cada vez más control sobre el aire espirado. Esto
es muy importante para que pueda “proyectar la voz”, es
decir, controlar la fuerza que le pone a cada palabra,
conseguir que le entiendan los que no están a su lado
sin necesidad de gritar.
"La
comprensión y la expresión oral debe ser buena a partir
de los 4 años. Si tu hijo no sabe mantener una
conversación sencilla, o si el lenguaje es difícil de
entender después de esa edad, si no repite frases o no
localiza la fuente del sonido con 3 años, lo mejor es
acudir a un especialista de audición y lenguaje para que
te oriente sobre lo que se debe hacer y qué profesional
puede ayudarlo"
Lic. Rosa Elena Ponce V. |