Tomado de Advocates for Youth
Los padres reconocen que aunque su influencia en la vida de
sus hijos sea fuerte, no es la única. Cuando se
enfrentan con decisiones sexuales, los jóvenes están
siendo afectados por muchas otras influencias o
presiones: la de los amigos, de los doctores, de los
medios de difusión, de la iglesia, etc.
Nadie puede
garantizar
que sus hijos e hijas no van a tener relaciones sexuales
en la adolescencia. Pero Ud. sí los puede ayudar
informándoles, guiándoles y enseñándoles modos
de resistir las presiones que animan a los jóvenes al
sexo. Las presiones más poderosas vienen de los medios de
difusión. Aquí está el resultado de una encuesta
nacionales los Estados Unidos que no es muy diferente a
la de México:
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Al
mirar la televisión, estamos expuestos a un promedio de
veinte mil mensajes sexuales por año.
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El
adolescente medio pasa 24 horas por semana mirando la
televisión y 16 oyendo la radio. A los 18 años, ha
pasado 15,000 horas en frente de la televisión y sólo
11.000 en la escuela.
-
Casi
las 2/3 partes de adultos en los EE.UU. creen que la
televisión empuja a los jóvenes al sexo.
Mensajes sexuales explícitos sobre el sexo nos rodean—estamos
expuestos a ellos cada día.
Con el sexo se vende todo, desde los bikinis hasta la
aspirina. Los programas familiares son llenos de
alusiones sexuales. La letra de las canciones populares,
los videos musicales, los letreros de anuncios, todos
presentan imágenes sexuales muy claras.
Los medios de difusión afectan a la gente de manera múltiple.
Al ver esos cuerpos "perfectos" podemos sentir que los
nuestros no son adecuados. Para los adolescentes en el
medio de su desarrollo y llenos de dudas sobre sí, el
efecto puede ser arrollador. Con sus sugerencias que
tener un cuerpo perfecto tanto como una vida sexual de
sueños es esencial,
la televisión, la radio y la prensa crean expectativas
irrealizables. De
esto pueden resultar mucha desilusión y mucho
descontento para los jóvenes acerca de ellos mismos y de
sus relaciones.
Y a veces el mensaje es más sutil. Fíjese en los papeles
tradicionales o estereotípicos: en los anuncios, ¿quién
alaba los méritos de tal jabón o de tal comida sin grasa
para no engordar? Las mujeres.
En general se les asocia
con quehaceres domésticos y responsabilidades menores…
"No necesita ser demasiado lista, ser guapa basta…"— ese
es el papel femenino estereotípico en la tele.
Los papeles masculinos son tan limitados como los femeninos.
Aunque a los hombres se les presente como más poderosos,
independientes, exitosos, seguros de sí, inteligentes, y
esas son todas cualidades reconocidas como deseables,
también se les ve como
careciendo de
sensibilidad, con una idea no muy sutil de las
relaciones, y "machistas", lo que no permite que los
hombres tengan un desarrollo socioemocional muy
saludable.
Lo malo es que nos hemos acostumbrado tanto a esos papeles
que nos limitan, que ya ni siquiera los ponemos en
cuestión.
No tenemos que aceptar todo eso con pasividad.
Podemos
proteger a nuestros hijos y hacerlos más poderosos si
les desmitificamos el funcionamiento de esos mensajes
sexuales. Hay que analizar su sentido profundo
cada vez que los ven.
Después de haberles dicho su opinión, anime a sus hijos a
formar también su propia opinión crítica. Examine en el
seno familiar cómo esos mensajes influencian nuestras
actitudes y decisiones sobre temas como los cuerpos, los
papeles tradicionales, las esperanzas que tenemos de la
felicidad sexual, las relaciones y responsabilidades, y
mucho más.
La
crítica
activa de los mensajes que nos asaltan a
diario puede devolver a nuestros hijos el control de las
influencias en su vida. Y esa
¡es precisamente la meta
de la educación familiar!
Lic. Rosa Elena Ponce V. |