Lo que da
sabor a nuestra existencia es el entusiasmo, la ilusión
con que vivimos
P. Mariano de Blas
Toma ahora mismo la firme
decisión de duplicar la cantidad de entusiasmo que has
dedicado a tu trabajo y a tu vida. Si llevas a cabo esta
resolución verás resultados asombrosos. Probablemente
doblarás tus ingresos y duplicarás tu felicidad; dales a
tus hijos un solo regalo: el entusiasmo.
¿A qué te dedicas? ¿En qué
trabajas? ¿Podrías decir que ese trabajo te llena de
satisfacción, de realización personal? Si tu trabajo
tiene algún valor, más vale que lo realices con
entusiasmo.
Es deprimente el tener que ir
todos los días a un trabajo, a la oficina, al taller o
al campo, y no sentir ninguna ilusión, no tener más
remedio que hacerlo. Valdría la pena intentar realizar
lo mismo que haces pero poniéndole todo lo que puedas de
ti mismo: ilusión, esfuerzo, interés, solamente para ver
qué ocurre.
Decídete a amar tu trabajo;
entonces ya no será una carga sino un placer. Es muy
posible que no necesites cambiar de trabajo para
sentirte a gusto. Si uno cambia de actitud, si uno se
empeña en ver el lado bueno, positivo, atractivo de sus
tareas, éstas poco a poco se harán
atractivas.
Tenemos que convencernos de
una cosa: la facilidad o dificultad de tu trabajo
depende de lo que pienses del mismo. Si piensas que es
pesado será pesado, si piensas que es fácil será fácil.
Cuentan de dos obreros cuyo oficio en la fábrica era
hacer tornillos que, uno de ellos odiaba su trabajo por
monótono y aburrido; pero un día se le ocurrió hacer un
reto con su compañero para ver quién fabricaba más y
mejores tornillos. Muy pronto este hombre subió de
puesto y siguió con el mismo sistema de hacer
interesante su trabajo, y en pocos años era el gerente
general de la fábrica.
Pero es que a mi no se me da
el entusiasmo, yo soy mas bien apático, frío. ¿Se puede
comprar el entusiasmo en la tienda? El entusiasmo se
puede adquirir. Hay una fórmula muy sencilla para
adquirirlo: actúa como si estuvieras lleno a rebosar de
entusiasmo y verás que el entusiasmo comienza a nacer
dentro de ti. Primero tendrás que forzarte a ti mismo
porque no saldrá espontáneo; con el tiempo llegarás a
sentir verdadero entusiasmo por tu trabajo.
Walter Clerysler dijo una vez
"Si trato de elegir entre dos hombres de capacidad
idéntica, pero uno de ellos posee un entusiasmo
declarado, sé que este llegará muy lejos pues el
entusiasmo puede con todos los obstáculos". El mismo
declaró abiertamente cuando se le preguntó cuál había
sido la causa principal de su éxito: "El verdadero
secreto del éxito es el entusiasmo y hasta diré más, la
exaltación.
Me agrada ver a un hombre que
se enardece. La fogosidad del ánimo es lo que lleva a
triunfar en la vida". El simple hecho de poner un enorme
entusiasmo en lo que hacemos, en nuestro trabajo, no
importa el que sea, puede revolucionar nuestra vida. El
que quiera probarlo que lo haga. En definitiva lo que da
sabor a nuestra existencia es el entusiasmo, el amor, la
ilusión con que vivimos.
Nadie es tan viejo como aquel
que ha perdido el entusiasmo. El que ha perdido el
entusiasmo se está muriendo y muriendo muy de
prisa.
Lic.
Rosa Elena Ponce V. |