Por:
Virginia Espino De Setzer
Humus
es el nombre científico de la tierra vegetal. EI humus
se forma por la descomposición de materia orgánica,
generalmente de origen vegetal. Hay muchas maneras de
hacer composta: en hoyos, en cajones de madera, de tela
de alambre o utilizando tambos. Por ejemplo, en un
agujero de 1 m x 1 m y 30 a 50 cm. de profundidad, se
van echando todos los desperdicios del jardín (hojas
secas, recortes de pasto, flores marchitas, etc.) y todo
el material de desperdicio de la cocina (cáscaras y
recortes de frutas y verdura, desperdicio de café,
cascarones de huevo, etc.), cubriendo siempre con una
delgada capa de tierra, aserrín o pasto, para no dejar
expuestos los desperdicios de cocina.
Es
recomendable cortar los materiales de desperdicio tan
finamente como sea posible, pues mientras mas pequeñas
sean las partículas, presentarán una mayor superficie de
contacto a la humedad, al aire y a las bacterias del
suelo, lo cual favorece el proceso de composteo. La
materia orgánica en descomposición genera calor
(aproximadamente 70° C), el cual sirve para matar los
huevecillos de insectos y la mayoría de microorganismos
que pudieran causar enfermedades. Es importante tomar en
cuenta que necesitamos humedad y oxigeno para ayudar a
acelerar el proceso de descomposición.
A
veces será necesario agregar agua para mantener cierto
nivel de humedad y es importante remover el montículo
cada 8 o 10 días para oxigenarlo. Al llenarse el agujero
se deja reposar. EI almacenamiento de material fresco se
puede continuar en un segundo agujero. AI cabo de 6 a 8
semanas ya se tiene un abono orgánico o tierra negra, la
cual se puede tamizar a través de una malla gruesa. Las
piezas que quedan en la malla se reintegran al proceso
de descomposición. Ei material que pasa a través de la
malla es tierra negra de excelente calidad, la cual se
puede usar como tal, o bien como abono para plantas o
áreas sembradas. Cuando se hace en el compostero, un
cajón de madera o tela de alambre, se inicia con tierra
en el fondo de la caja. Después se van agregando los
desperdicios de cocina, cubriéndolos con la misma
cantidad de desperdicios de jardín (pasto y hoja), o de
tierra. Nunca dejar expuestos los desperdicios de la
cocina, pues estos atraen a las moscas. Al llenarse el
cajón, se va sacando la composta de la parte inferior y
se sigue llenando el cajón con el desperdicio orgánico
nuevo, o bien, se empieza a llenar otro cajón o tambo,
mientras el primero termina su proceso de
descomposición.
Para
finalizar me enviaron esta presentación que deseo
compartir con ustedes, para que ustedes la compartan con
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y espera un momento.
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Lic. Rosa Elena Ponce V. |