Por Abel Cortese
La última de las estrategias:
8. Siéntase cómodo con un conjunto de técnicas
disciplinarias. Las que se recomiendan con mayor
frecuencia son:
a) Las reprimendas: cómo
reprender a nuestros hijos para que su conducta cambie
sin que desarrollen resentimiento hacia usted o una
imagen negativa.
b) Las consecuencias naturales: Dejar que sus
hijos experimenten las consecuencias lógicas de su mala
conducta a fin de que perciban por qué una norma en
particular es tan importante. Por ejemplo, a un niño que
pierde el tiempo antes de tomar el ómnibus escolar, y
luego de haberlo perdido, hacerle caminar hasta la
escuela y hacer que le explique al director la razón por
la que llega tarde.
c) Quitar un privilegio: Cuando los niños son
demasiado grandes para ir al rincón, los padres pueden
eliminar un privilegio: la televisión, el tiempo para
jugar a su videojuego, el tiempo para utilizar el
teléfono. Evite quitar un privilegio que eliminaría al
mismo tiempo una experiencia importante para el
desarrollo de su hijo. Por ejemplo sería mejor
establecer para un adolescente una hora de regreso al
hogar más temprana durante un mes, que impedirle hacer
un viaje escolar de una sola noche.
d) La sobrecorrección: Esta técnica se recomienda
para conseguir un cambio rápido de conducta. Cuando su
hijo se conduce mal, debe repetir la conducta correcta
por lo menos 10 veces o durante 20 minutos, por ejemplo
si su hijo regresó a casa de la escuela, arrojó su
chamarra y sus libros al piso, e ignoró su saludo, usted
le pediría que vuelva a salir y a entrar 10 veces en
forma adecuada, con un saludo cordial, guardando sus
libros y su chamarra.
e) Un sistema de puntaje: para problemas
crónicos, la mayoría de los psicólogos recomiendan un
sistema en el que los niños ganan en puntos en conductas
positivas claramente definidas. Dichos puntos pueden
aprovecharse para recompensas inmediatas o a largo
plazo. Las malas conductas dan como resultado la resta
de puntos.
Surge claramente de las investigaciones que si usted
quiere educar a un niño con coeficiente emocional
elevado, es mejor que ser estricto y no excesivamente
indulgente.
Lic. Rosa Elena Ponce V. |