La vida es breve, para ti, para mi, para todos... ¿Cuál
es tu prisa?
P.
Mariano de Blas, L.C.
Que la
vida es breve, lo sabemos todos; quizá los jóvenes se
imaginan que sí es larga, pero a la medida que pasan los
años va penetrando en la mente la irrefutable sensación
de que los años pasan, vuelan y no retornan.
Cuando
una persona es abuelo por primera vez, es agridulce
sorpresa, dulce por el nieto, agrio por lo de abuelo;
pero... no hay más remedio que aceptarlo.
Ante
esta realidad de la brevedad de la vida, muchos toman
sus precauciones, se apresuran desde la juventud a
sacarle jugo a la vida; creen con fe ciega que esa es la
mejor forma de aprovechar la juventud; y en realidad
hacen una sola cosa, dedicar los primeros años de la
vida a hacer infeliz el resto de ella, hacen alianza con
el vicio: la botella, la droga, el sexo, uno de ellos o
los tres a la vez..., mejor los tres que uno; se
triplica el placer.
No es
infrecuente en estos jóvenes la pereza y el abandono en
el estudio, la ligereza e inmadurez en el amor con toda
clase de experiencias y el abandono de los restos de fe
y valores morales de la infancia. La "ley", es el
"placer"; a más placer más vida. Si uno es avanzado en
años suele apresurarse aun más que los jóvenes, porque
piensa: ‘Estoy haciéndome viejo y no he disfrutado lo
suficiente; comamos y bebamos, que mañana moriremos’, en
el famoso adagio latino "Carpe diem": "Sácale jugo a la
vida"... Y dicho y hecho, se dan prisa en apurar las
copas, porque la fiesta se acaba.
Pero
algunos piensan que la vida es demasiado breve para ser
pequeña, para ser mediocre; ellos también tienen prisa,
pero otra clase de prisa y afán, y por eso, desde la
misma juventud ponen las bases para hacer constructivo
el resto de esa vida. No esperan a ser adultos para
sentar cabeza y así: Aprietan en el estudio, aunque les
llamen mataditos; no juegan con el amor, porque saben
que se queman; no dan un puntapié a sus valores morales,
porque saben que los necesitan. Si al llegar a la
madurez se percatan de que van rezagados, aprietan el
paso porque les queda menos tiempo para hacer algo
grande en este mundo.
Y si
han llegado a la tercera edad, y ven su tarea bastante
incumplida en esta vida, se apresuran a hacer y
completar lo que no hicieron en la juventud y en la
madurez, porque saben, porque ven que ya no tendrán más
tiempo y que, ahora o nunca.
Cuando
llegan al final de la vida lo que se dieron prisa en
divertirse y nada más, y los que se dieron prisa en
cumplir su misión, ambos, miran hacia atrás; uno para
decirse a sí mismo: ‘Más me valiera no haber nacido’, el
otro para decir: ‘Valió la pena vivir’.
La vida
es breve, para ti, para mi, para todos... ¿Cuál es tu
prisa? ¿"Carpe diem" o "aprovecha el tiempo" porque la
vida es demasiado breve para ser mediocre?
Si la
vida es breve y además la maltratas, eres un pobre
hombre. Se vive una vez, se cumplen quince años sólo una
vez. Tú sabrás lo que haces con esa pequeña vida.
Lic. Rosa Elena Ponce V. |