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www.emergencia.org.mx           Dic. 29, 2008    Boletín No. 721


 

 

 

 

Primeras semanas en casa con el recién nacido. Parte I

Una guía práctica para mamás “primerizas”

Adaptado de “Your Child’s Health”, Schmitt, M.D. Bantam Books B.D.

Prevención de la fatiga y el agotamiento

Para la mayoría de las madres, las primeras semanas en casa con un bebé recién nacido a menudo son las más difíciles de su vida. Usted probablemente se sentirá agotada, incluso abrumada. La falta de suficiente sueño la dejará fatigada. El cuidado de un bebé puede ser una responsabilidad solitaria y estresante.

 Es posible que usted se pregunte si alguna vez podrá descansar o ponerse al día en sus tareas. La solución consiste en pedir ayuda. No se puede esperar que una persona cuide a un bebé pequeño por sí sola.

Todos los bebés se despiertan una o más veces durante la noche. La forma de evitar la falta de sueño es saber la cantidad total de sueño que usted necesita por día y tratar de obtener ese sueño poco a poco. Acuéstese más temprano por la noche. Cuando su bebé duerma durante el día, usted también debe tomarse una siesta. Su bebé no necesita que usted esté con él cuando duerme. Si está enfermo, el bebé lo manifestará con síntomas. Cuando usted tome una siesta, descuelgue el teléfono y ponga un cartelito en la puerta que diga MADRE Y BEBE DURMIENDO. Si todavía no consigue dormir lo suficiente, contrate a una niñera o traiga a casa a un pariente. Si usted no se cuida, no podrá cuidar a su bebé.

Depresión Puerperal

Más del 50% de las mujeres experimentan depresión puerperal al tercer o cuarto día después del parto. Los síntomas incluyen llanto, fatiga, tristeza y dificultad para pensar con claridad. La causa principal de esta reacción pasajera probablemente es la reducción brusca de las hormonas maternas.

Como los síntomas generalmente empiezan el día en que la madre llega a casa del hospital, un factor que también podría contribuir a la depresión es el impacto de sentirse totalmente responsable de un recién nacido que depende de ella en todo sentido. Muchas madres se sienten desilusionadas y culpables a causa de estos síntomas, porque se les había inculcado la idea de que deberían estar llenas de alegría por tener que cuidar a su recién nacido. De todas maneras, estos síntomas generalmente desaparecen en un período de 1 a 3 semanas, cuando los niveles hormonales vuelven a la normalidad y la madre establece rutinas y adquiere un sentido de control sobre su vida.

Existen diversas maneras de enfrentar la depresión puerperal. Primero, reconozca sus sentimientos. Hable abiertamente con su esposo o una amiga íntima sobre sus sentimientos de sentirse atrapada, así como de su sensación de que estas nuevas responsabilidades son abrumadoras. No piense que debe tratar de ser una "supermamá" para impresionar a las visitas, ni que debe suprimir el llanto. Segundo, descanse lo suficiente. Tercero, consiga ayuda para todo su trabajo. Cuarto, conviva con otras personas; no se quede aislada.

Salga de la casa por lo menos una vez a la semana (al salón de belleza, de compras, visite a una amiga o vea una película). Después de la tercera semana también es una buena idea fijar una noche por semana para una "cita" con su esposo. Si no se siente mejor para cuando su bebé tenga 1 mes de edad, consulte a su médico para ver si necesita asesoramiento especial para superar la depresión.

Ayudantes: Parientes, Amistades, Niñeras

Como ya se ha destacado, todas las madres necesitan ayuda adicional durante las primeras semanas en que están solas con el recién nacido. Idealmente, usted habrá hecho los arreglos necesarios para obtener asistencia antes del nacimiento de su bebé. La persona más indicada para ayudarle (si se lleva bien con ella) generalmente es su madre o su suegra. Si eso no es posible, tal vez alguna adolescente o persona adulta pueda venir varias veces por semana para ayudarle con el trabajo doméstico o para cuidar al bebé mientras usted sale o toma una siesta. Si usted tiene otros hijos pequeños, necesitará ayuda todos los días. Aclare que usted se encargará de cuidar a su bebé, y que el papel de su asistente es hacer las compras, cocinar, limpiar la casa y lavar la ropa y los platos. Si su recién nacido tiene un problema médico que requiere cuidado especial, solicite que una enfermera visitadora venga a su casa.

 Continuará

Lic. Rosa Elena Ponce V. 

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