Fragmentos de la entrevista al Dr. David Isaacs
realizada por Mónica Ortiz Otárola
P. ¿Cuáles son a su juicio esas influencias negativas?
R. Uno lo ve a diario en los medios de comunicación
masivos. En las primeras páginas o en los noticieros,
muchas veces se destacan diariamente contravalores como
guerras, violencia, odio y sexo desenfrenado. La persona
se va acostumbrando a estas conductas y las encuentras
normales. Hay un paso muy pequeño entre considerar algo
normal y que ello sea correcto Ahí tenemos una
influencia. Pero también, hay otros tipos de conductas
que no son en sí negativas sino que son valores
aceptables como el dinero, la eficacia técnica, el
prestigio, el poder, lo que sucede que si los colocamos
en primer lugar en nuestras vidas lo más probable es que
se termine siendo una persona terriblemente egoísta. En
cambio, no hay nada de malo de ganar dinero lícitamente
por ejemplo, para mejor servir a los demás. Hay que
saber compensar estos valores con la comprensión, la
generosidad, la solidaridad así la persona estará
encaminando su vida hacia la felicidad.
P. ¿La tarea y responsabilidad de hacer de los hijos
hombres y mujeres de bien ya no es tarea exclusiva de
los colegios, como se pensaba en el pasado?.
R. Hay que tener claro que, la escuela fue pensada para
instruir, para capacitar, adiestrar, entregar
conocimientos a los alumnos, pero no se puede habla de
una auténtica educación integral una formación total de
la persona. Es evidente que los padres son los primeros
educadores de sus hijos. Son ellos los que deben
colaborar con los profesores para entregar una formación
integral de los niños.
A veces los colegios no están acostumbrados a y hay
casos en que no están en condiciones de contar con esta
colaboración ya que los padres están reticentes por
cansancio, porque les falta tiempo o simplemente porque
no saben cómo hacerlo. Nadie duda que enseñar hoy no es
fácil. Hay que educar para el amor porque es en la
familia donde se es aceptado por lo que uno es, y no
tanto por lo que uno hace.
El error que cometen muchos padres es gastar su esfuerzo
en lograr que sus hijos aprendan más idiomas, hagan más
deporte, que tengan más actividades extra programáticas,
olvidando la necesidad de crear ese clima de aceptación
incondicional donde cada miembro puede expresarse
sabiendo que nadie lo va a encasillar. Nunca hay que
perder la confianza del hijo así podremos ayudarlo a que
utilice lo que posee de la mejor manera posible.
Padres dispuestos a escuchar
P. ¿Con los tiempos que corren, la invasión de las
nuevas tecnologías en los hogares, televisión, Internet,
chat; todo bonito y ligh que se promociona de manera
fácil, cómo conseguir entonces que los hijos sean
responsables, generosos y sinceros?.
R. Esos valores o virtudes se logran inculcar en la
infancia. Primero insistiendo en el desarrollo de
hábitos, aunque no entiendan el porqué de los mismos. Ya
a los siete u ocho años los chicos son conscientes de
sus actos y que un niño pase horas mirando televisión, o
jugando en la computadora es muchas veces comodidad de
los padres. Que cuesta tener un baúl con disfraces
hechos con vestidos o ropa que ya no se usa; o una
pizarra donde los niños puedan escribir, hacer dibujos,
a veces un simple globo entretiene horas. Inculcar la
afición por la lectura, desde pequeño llevará a tener
adolescentes que se entretengan con un buen libro o
enseñar a escuchar música.
En la adolescencia hay que lograr que los jóvenes
participen en actividades que les ayude a encontrar
satisfacción en ayudar a los demás. Enséñales a cuidar
el medio ambiente, a disfrutar de él sanamente. Ahora es
importante que la figura del padre y de la madre siempre
esté dispuesta para escuchar, aconsejar, acompañar, y
también retar si es necesario. Los padres olvidan su
rol, y la tremenda responsabilidad que tienen, un papá
es siempre papá no es un amigo ni el cómplice de
"mentirillas blancas". Uno educa con el ejemplo día a
día.
Lic. Rosa Elena Ponce V. |