Colaboración: Hno. Alejandro
Bünsow W., f.s.c.
Si soy tu bebé, por favor, TOCAME
Necesito de tu caricia de una manera que tal vez nunca
sepas.
Tu cariño transmite seguridad y amor.
Si soy tu niño, por favor, TOCAME. Aunque yo me resista.
Insiste, demostrando un modo de atender mis necesidades.
Si soy tu adolescente, por favor, TOCAME.
No pienses que por estar crecido, no necesito de tus
abrazos cariñosos, de una voz tierna. Cuando la vida se
hace difícil, el niño que hay en mí te vuelve a
necesitar.
Si soy tu amigo, por favor, TOCAME
Nada como un abrazo afectuoso para saber que yo te
importo.
Un gesto de cariño cuando estoy deprimido me garantiza
que soy querido, y me reafirma que no estoy solo. Tu
gesto de consuelo tal vez sea lo único que yo consiga.
Si soy tu pareja, por favor, TOCAME.
Tal vez pienses que tu pasión basta, pero son tus brazos
los que detienen mis temores.
Necesito de tu toque tierno, para recordar que soy amad@
apenas porque yo soy yo.
Si soy tu hijo adulto, por favor, TOCAME.
Aunque tenga mi propia familia para abrazar, todavía
necesito tus brazos cuando me lastimo.
NO TENGAS MIEDO, APENAS TOCAME...
Si soy tu padre, ya mayor, Por favor, TOCAME.
Del mismo modo que me tocaban cuando yo era pequeño y da
calor a mi cuerpo cansado con tu proximidad.
Mi piel, ahora marcada, necesita ser acariciada.
NO TENGAS MIEDO… APENAS TOCAME...
Si soy muy anciano, te lo pido TOCAME, no sabes lo que
añoro saber que no soy un estorbo, y que quiero sentir
que me quieren como antes....
HAZLO… SIMPLETEMENTE… TOCAME !!!
Lic. Rosa Elena Ponce V. |